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COLPISA
Miércoles, 14 de octubre 2015, 12:29
Asunta Basterra ingirió al menos 27 pastillas de Orfidal el día de su muerte. Probablemente durante la comida. Esa es la conclusión a la que han llegado Ana María Bermejo y María Jesús Tabernero, los dos técnicos forenses de la Universidad de Santiago encargadas de ... realizar las pruebas toxicológicas al cadáver de la niña.
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En su declaración ante el juez que instruye el caso, Tabernero -papel y bolígrafo en mano- ha calculado que si la concentración en sangre de lorazepam era de 0,68 microgramos por mililitro, al menos, Asunta habría tomado 27 pastillas de un miligramo de Orfidal, cuyo principio activo es el lorazepam. Una cantidad "aproximada" puesto que todavía había sustancia en su estómago que no se había absorbido.
Lo que no han podido determinar con exactitud las dos toxicólogas es la hora en la que le fueron administradas a la pequeña; si bien se pudo producir "durante" la comida o "inmediatamente después" algo que habría condicionado que el efecto no fuera tan rápido porque, de otra forma, a las 17 horas Asunta no hubiera podido ni andar. Recuerdan las expertas que los efectos de ese fármaco comienzan a producirse a los 40 minutos de su consumo y a las dos horas tiene sus efectos máximos.
Sí han confirmado el alto índice de lorazepan que tenía la niña en el cuerpo y que, apunta, se debe a un consumo habitual de este medicamento en los "tres o cuatro meses" anteriores a su fallecimiento.
Murió asfixiada
La primera jornada de pruebas periciales en el juicio contra Alfonso Basterra y Rosario Porto ha llevado ante el jurado popular al forense responsable de la autopsia de la niña, que concluyó fue "por sofocación", una forma de asfixia que implica la oclusión de los orificios respiratorios. "Éstos se quedan sin permeabilidad ya que algo se interpone en ellos para que no entre el aire y no se pueda respirar", ha explicado José Blanco Pampín.
El experto ha confirmado que, tras las pruebas, puede garantizar que Asunta "vomitó" o tuvo "náuseas" tras ser asfixiada "con un objeto" y que fue atada por las manos y los pies "momentos antes de su muerte", la cual sitúa en un intervalo estimado entre las 16 y las 20 horas.
Una conclusión rebatida por dos forenses especialistas en asfixia mecánica llamados por la defensa de Porto, que creen que la data de la muerte "se alarga muchísimo más" si se tiene en cuenta una serie de livideces que presentaba el cadáver. "Sería una temeridad aventurar una hora", ha insistido uno de ellos, que descarta se trate de asfixia por fases. "Con los datos que hay no se puede determinar", ha sentenciado.
El estado del cuerpo
Durante este miércoles, también ha declarado una de las dos forenses del Imelga que participaron en el levantamiento del cadáver de Asunta en la pista forestal de Teo, quien ha asegurado que, por la posición y el estado en el que apareció la ropa, el cuerpo "fue colocado de manera más o menos rápida" y que no había "nada" que "indicara que la niña había sido agredida".
Según ha explicado, descartaron desde un primer momento el atropello, pero sí tuvo fuerza durante un tiempo la hipótesis de la agresión sexual, aunque la ropa interior estaba bien colocada, "algo inhabitual" en estos casos.
Asunta Basterra fue localizada en la madrugada del 22 de septiembre de 2013, sin vida, en una pista forestal de Teo. Sus padres, que la adoptaron cuando no había cumplido siquiera un año, son los únicos imputados por esta muerte violenta que ahora se juzga y por la que se podrían enfrentar a 20 años de prisión.
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