Nuria Vega
Miércoles, 19 de agosto 2015, 14:46
El presidente del Gobierno no tiene ninguna duda de que tras las elecciones generales, y si el cómputo de votos se lo permite, el PSOE y Podemos sellarán una alianza para arrebatar el poder a los populares. Para llegar a esa conclusión, a Mariano Rajoy ... le bastan como prueba los pactos postelectorales alcanzados tras los comicios municipales y autonómicos en ciudades como Madrid, Zaragoza y Valencia. Si el PSOE y Podemos suman mayoría y pueden sumar algunos partidos nacionalistas u otros de extrema izquierda, lo van a hacer, ha sentenciado el jefe del Ejecutivo a tres meses de las elecciones para conformar el Parlamento.
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El riesgo, a juicio del presidente, estriba, sin embargo, en la radicalidad que confiere a formaciones como la de Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, que reclamarían apoyo a otros partidos que Rajoy ubica en el mismo espectro. El presidente da por hecho que los socialistas han abandonado la centralidad política, que es el lugar que ocupan en la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea". De ahí que alerte sobre el futuro de España.
El debate que se plantea de cara al futuro es si va a gobernar la moderación o van a gobernar otros, ha resumido un encuentro con los medios de comunicación en Celanova, Orense, tras visitar unas obras del AVE entre Madrid-Galicia. El jefe del Ejecutivo advierte de que, sólo evitando las opciones radicales y las políticas que el PSOE aplicó en el pasado, podría seguir manteniéndose una recuperación económica, que todavía es frágil y que requiere andar con cuidado.
Reforma de la Constitución
Rajoy ha evitado, por otro lado, adentrarse en el terreno de una hipotética reforma de la Constitución como la que plantean otras formaciones en esta precampaña de las elecciones generales y en la antesala de los comicios en Cataluña. El presidente asegura estar dispuesto a abordar el debate en la próxima legislatura y marca, de nuevo las líneas rojas, especialmente a los partidos catalanes. Yo no voy a hablar de ninguna manera de la liquidación de la soberanía nacional, porque lo que sea España lo deciden todos los españoles, no voy a aceptar que se ponga en tela de juicio la unidad de España y, a partir de ahí se puede hablar, ha recalcado.
El presidente ha vuelto a subrayar la complejidad del asunto y ha descartado que este sea un momento adecuado para plantearlo. En Cataluña hay quien está planteando, y no desde un partido político, sino desde la propia Generalitat, la liquidación del principio básico de la Constitución española, que es la unidad de España y la soberanía nacional, ha justificado.
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