Un compañero del senegalés muerto dice que forcejeó con los mossos

En declaraciones a los periodistas, un compañero de piso de Mor Sylla - de 50 años y origen senegalés- ha afirmado hoy que, desde una habitación contigua, que también tiene salida al balcón, vio cómo los Mossos d'Esquadra que irrumpieron el pasado martes en la vivienda en la operación contra el "top manta" forcejearon con él. "Sí hay forcejeo, por eso cae Mor. Si no había contacto físico, ¿cómo vas a caer?", ha indicado el compañero de piso, que ha remarcado que está seguro que vio cómo los agentes forcejeaban con la víctima. "Lo puedo decir aquí y ante el juez", ha advertido.

Por contra, el director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, ha mantenido la versión policial, avalada por el testigo de dos ciudadanos que vieron el incidente desde la plaza de Sant Jordi de Salou, que han acreditado que no hubo contacto físico. "Rotundamente, no hubo contacto físico", ha indicado Batlle, alzando la voz ante la insistencia de los periodistas, que le han abordado antes de que participara junto al conseller de Interior, Jordi Jané, en una Junta de Seguridad Local en Salou.

"El relato de la fuerza policial que actuó y de los agentes que estuvieron más cerca de la persona que se precipitó es de una coherencia absoluta y coincide con el relato de gente absolutamente independiente, anónima, que vio el incidente, y que han relatado que no hubo contacto físico", ha apuntado Batlle. Jordi Jané, por su parte, ha anunciado que hoy mismo ha formalizado una petición para comparecer lo antes posible en el Parlament para dar explicaciones sobre la muerte del "mantero".

El coste de los disturbios

Los disturbios registrados el pasado martes a raíz de la muerte de Mor Sylla causaron daños valorados en 9.000 euros, además de los 65.000 euros en los que ha valorado Adif las pérdidas por el corte de la vía férrea a su paso por Salou durante cerca de 12 horas que protagonizaron varios inmigrantes subsaharianos durante la protesta, según los datos facilitados al término de la Junta de Seguridad Local extraordinaria convocada por el alcalde de Salou, Pere Granados.