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EUROPA PRESS
Jueves, 23 de julio 2015, 12:54
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha rechazado de plano la propuesta del PP de iniciar el debate para una reforma electoral porque considera que responde a "sus miedos y a su impotencia" y ha defendido que el momento de ... hablar de esto será después de las próximas elecciones generales, cuando está dispuesto a hablar "de todo", aunque la segunda vuelta no está entre sus prioridades.
En una comparecencia ante los periodistas tras reunirse con 80 alcaldes socialistas en el Parque del Retiro en Madrid, Sánchez ha cargado contra los 'populares' porque considera que quieren "imponer una ley" en base al "miedo" a perder los próximos comicios y su "impotencia para llegar acuerdos con otras formaciones políticas".
El líder de los socialistas ha reconocido que es necesario reformar la legislación electoral "en muchos ámbitos" y ha explicado que sus prioridades son el desbloqueo de las listas electorales y modificar el voto rogado para que los emigrantes puedan participar en los comicios.
Entre ellas no ha mencionado la segunda vuelta, que el PP quiere incluir en su reforma, y que Sánchez se ha mostrado abierto a estudiar en algún momento. Ahora, preguntado en concreto por si formará parte de la propuesta que hagan en su programa electoral, ha dicho que después de las generales se podrá hablar de "todo".
No ha sido el único en hablar en estos términos. El secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, ha calificado de "mal perdedor" al PP por su propuesta. "Es de mal jugador aprovechar a última hora para aprobar algo que sabe que el próximo Parlamento tirará para atrás", ha censurado Errejón en declaraciones a los medios antes de inaugurar la Universidad de Verano de Podemos. A su juicio, los populares impulsan ahora esta reforma porque "perdieron" las elecciones municipales del 24 de mayo e intentan "vengarse" modificando la ley "a última hora" porque "sabe que en la siguiente legislatura no le van a dar los números".
Pero además, ha subrayado que la Constitución establece que el sistema electoral español es proporcional, por lo que si el PP quiere convertirlo en mayoritario deberá reformar la Carta Magna. "Es un proyecto de mal perdedor que estrecha las posibilidades democráticas pero que se le puede volver atrás como un boomerang", ha insistido.
Para el 'número dos' de Podemos, nadie debería intentar "trampear" la voluntad popular aprobando una modificación "de este calado" a última hora. "Es de mal perdedor y mal jugador", ha zanjado.
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