¿Es que Asuntos Internos ya no se dedica a perseguir policías corruptos?

La polémica ha surgido a raíz de una pregunta escrita que presentó el diputado socialista Antonio Ramón Marín Trevín al Gobierno en la que demandaba información sobre el número de policías adscritos a la Unidad de Asuntos Internos y sobre las altas y bajas en este departamento.

Trevín se interesaba por esta unidad tras los últimos escándalos protagonizados por Asuntos Internos. Su jefe el comisario Marcelino Martín- Blas ha sido cesado recientemente por involucrar al siempre polémico comisario de Asuntos Especiales José Villarejo en las tramas del pequeño Nicolás o en la operación Emperador de Gao Ping. Asuntos Internos se había dedicado a investigar al pequeño Nicolás a pesar de no entrar dentro de sus competencias.

Y aún hay más. Parte de sus agentes han sido destinados al «pequeño CNI» o la «CIA de Cosidó», los apodos con los que se conoce a la misteriosa y nueva Unidad de Planificación Estratégica y Coordinación (Upec), un órgano creado por el director general, Ignacio Cosidó, al poco de llegar al puesto y que debiera dedicarse al análisis, pero que en realidad, según todas las fuentes consultadas, trabaja en labores muy parecidas a las del Centro Nacional de Inteligencia, del que casi se ha convertido en un "alter ego".

Extraña respuesta

Los propios estatutos policiales desde 2013 encomiendan a Asuntos Internos exclusivamente investigar y perseguir las conductas funcionariales constitutivas de infracciones penales y aquellas otras contrarias a la ética profesional de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de los funcionarios destinados en el centro directivo».

Nada de crimen organizado. Y eso hace aún mas increíble la respuesta del Gobierno al Parlamento negando cualquier información. Sostiene el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllon que las cuestiones formuladas por Trevín no puede ser contestadas porque la mayoría de los servicios y actuaciones de la Unidad de Asuntos Internos están relacionados con la delincuencia organizada. Y es por ello, prosigue el Ejecutivo, que la citada unidad goza de la naturaleza de especial protección que el acuerdo del Consejo de Ministros de 6 de junio de 2014 confiere a las unidades de las fuerzas y cuerpos de seguridad dedicadas a luchar contra este tipo de delincuencia.

El Gobierno se ampara en esa supuesta lucha de Asuntos Internos contra organizaciones mafiosas para no revelar ni el número de agentes que trabajan en la unidad. Es más considera que todo lo referido a Asuntos Internos, y siempre como punta de lanza contra el crimen organizado, tiene la clasificación de secreto, tanto en su estructura como organización, medios y técnicas operativas utilizadas. Tampoco un solo dato, avisa el Ejecutivo, sobre sus fuentes o informaciones que puedan comprometer el carácter secreto de esta nueva unidad de Asuntos Internos, el único departamento de Asuntos Internos del mundo que ya no se dedica a perseguir a sus agentes corruptos.