Interior premia con un puesto de 10.000 euros al mes al policía que exculpó a Villarejo

Pues ahora Fuentes Gago, tras esas dos controvertidas y limitadas investigaciones sobre las supuestas irregularidades del ya conocido como comisario del ático abandona la Dirección Adjunta Operativa, a la que llegó de la mano del propio subdirector, Eugenio Pino, cuando éste fue nombrado número dos de la Policía tras la llegada del PP al Gobierno.

La dirección General de la Policía, haciendo uso de la libre designación, le envía a uno de los destinos más ansiados por cualquier oficial del cuerpo. Una embajada. Y no cualquier embajada. Una de las mejor remuneradas y más seguras. Fuentes Gago ha sido nombrado agregado de Interior de la legación diplomática en Amsterdam, lo que lleva emparejado un sueldo bruto de unos 10.000 euros al mes.

El destino para el hasta ahora hombre de confianza de Pino, y que fue condecorado con la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo por el propio subdirector, es doblemente bueno. Primero por el dinero y, luego, porque además le coloca a una hora escasa del destino de su mujer, la inspectora C.P.D., destinada con enlace en La Haya, sede de Europol, desde hace meses, un puesto igualmente muy goloso para cualquier funcionario.

La decisión de colocar a Fuentes Gago al frente de las investigaciones sobre Villarejo fue muy criticada en el cuerpo por varios factores. Fue solo una información reservada y no investigación amplia. Se apartó de las indagaciones a las unidades que suelen llevar estas cuestiones, Asuntos Interior o la División de Personal (Régimen Disciplinario). Se eligió a un agente de menor rango que el investigado, algo inusual. Fuentes Gago pertenencía a la misma Dirección Adjunta que el propio Villarejo, por lo que técnicamente eran compañeros. Y Fuentes Gago había sido presidente del Sindicato Profesional de Policía (SPP), la misma formación de la que fue fundador, portavoz y vicepresidente el propio Villarejo.

Contrastes

La carrera meteórica de la mano derecha del subdirector tras haber exculpado por partida doble a Villarejo contrasta con la maldición que parece haber caído sobre los mandos policiales que han osado investigar al comisario de asuntos especiales.

Hace solo unos días, el Ministerio del Interior abrió dos expedientes disciplinarios al comisario Jaime Barrado, el mando policial que el pasado mayo reactivó la investigación por una supuesta agresión "por encargo" a una medico contra Villarejo. Poco antes, Barrado había sido cesado al frente de la comisaría de Chamartín (Madrid) para relegarlo a la de Carabanchel. Tanto su obligado cambio de destino como los dos expedientes se produjero poco después de que el pasado 19 de mayo el comisario citara a la doctora Elisa Pinto para reactivar la investigación sobre la agresión que sufrió el 10 de abril de 2014 cuando un desconocido le apuñaló en el costado y, según su versión, le advirtió para que cesara sus denuncias por acoso sexual contra por el consejero delegado del Grupo Villar Mir, Javier López Madrid. La médico, en dos ocasiones y sin género de dudas, reconoció en diferentes fotografías a Villarejo como la persona que le apuñaló.