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ISABEL IBÁÑEZ
Martes, 9 de junio 2015, 10:15
Pedro Zerolo aparece estos días sin sus rizos negros, más delgado, consecuencias del tratamiento que está siguiendo para superar un cáncer de páncreas. No ha perdido la sonrisa. Y pese al tabú que suele rodear siempre a esta enfermedad, ha decidido hablar de ello: «El ... activismo ha sido clave en mi vida. He salido de muchos armarios: como gay, migrante, ateo, republicano... Hay muchos armarios de los que salir y el de las enfermedades es otro, porque muchas de ellas se han asociado a muerte. Y esa idea hay que combatirla para sobrevivir. La visibilidad del sida ha sido esencial para combatir el estigma. Y han sido las mujeres las que han empezado a salir del armario del cáncer para poner de manifiesto que es posible vencerlo. Todo ello me ha ayudado mucho, por eso yo también lo hago».
Nació en Caracas, Venezuela, el 20 de julio de 1960 mientras su padre estaba exiliado. Estudió Derecho en la Universidad de La Laguna, Tenerife. Marcha a Madrid. Colabora con el sacerdote Enrique de Castro en un proyecto de ayuda a personas en situación de vulnerabilidad del barrio de Entrevías. Miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del mismo partido. Desde 2003 es concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Conocido activista LGBT, el 1 de octubre de 2005 contrajo matrimonio civil con Jesús Santos.
Esta misma semana, la radioterapia tomaba el testigo de la quimio en la carrera hacia la recuperación. Se le ve con fuerza y ánimo, ni siquiera ha dejado su trabajo como concejal en el Ayuntamiento de Madrid: «No he querido dejar de trabajar porque estar en la calle nutre mi optimismo y es la mejor manera de normalizar una situación como ésta, cumplo con mis compromisos como servidor público y el activismo me da vida» . Y en el horizonte, una celebración, otro Día del Orgullo Gay: «Quienes hemos estado discriminados, estigmatizados, perseguidos... necesitamos el orgullo para seguir existiendo».
- ¿Recuerda su momento más feliz en esta fiesta?
- El año 2005, cuando celebramos la aprobación del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género: España se había convertido en el primer país del mundo que de una sola vez y en una sola legislatura reconocía la dignidad de las personas homosexuales, transexuales y bisexuales. Un sueño hecho realidad.
- ¿Cómo lo celebrará este año?
- Este año nos manifestamos por los que no pueden manifestarse en tantas partes del mundo. Así que allí estaré en la pancarta de cabecera, como siempre, reivindicando un mundo más justo y cantando el "A quién le importa..." mientras tenga fuerza.
- ¿Cómo se dio cuenta de que algo le ocurría?
- Tras una vida sana, una leve molestia en el abdomen me provocó un ingreso hospitalario por pancreatitis que pronto se concretó en cáncer de páncreas. Y en un instante cambió mi vida.
- ¿Qué fue lo primero que pasó por su cabeza?
- Quedé noqueado. Sentí mucho miedo, pero me empeñé en vencer ese miedo; creo que ahí está la clave, porque sin miedo sientes que la vida y la fuerza están contigo.
- ¿Pero cómo se vence?
- El miedo se vence con tranquilidad. Resistir ya es luchar contra el miedo y si, además, encuentras la tranquilidad contigo mismo a través de la coherencia vital con tus valores y principios, pues mejor. Porque la tranquilidad es una forma bellísima de felicidad. Y estoy tranquilo.
- ¿De qué forma lograron usted y su marido salir del shock?
- Ante la enfermedad Jesús y yo somos uno. Ahora estamos enfermos. Llevamos casi 20 años de relación y hemos pasado mucho, seguimos muy enamorados y tenemos claro que queremos seguir juntos en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad... Es un compromiso que asumimos, conscientes de que la vida no es fácil, pero el amor la facilita.
Cariño anónimo
- ¿Ha hablado con otros enfermos de este tipo de cáncer?
- Por supuesto, de este tipo u otro. Es bueno compartir experiencias con otras personas que están pasando por lo mismo que tú y, si puedes, dar ánimo y ayudar. No todos reaccionamos igual, de ahí que siempre mande mi solidaridad a todas las personas que padecen cáncer y a sus familias y amigos.
- ¿El momento más bajo?
- Aquellos días en los que no me puedo ni levantar, que no tengo fuerza alguna, ni ganas de nada. Hay momentos terribles.
- ¿Peor lo físico o lo psicológico?
- Da igual, cuando estás enfermo te sientes indefenso, vulnerable, te acobardas y necesitas mucho apoyo, por eso las administraciones públicas deben garantizar esa ayuda a quien no la tenga.
- ¿Qué es lo que más le preocupa desde que le diagnosticaron la enfermedad?
- Más que en mí, pienso en los demás. Me esfuerzo en que quienes me quieren vivan este tránsito de la mejor manera posible.
- ¿Como comunicó la noticia a su familia?
- No fue nada fácil, porque los reuní a todos el 25 de diciembre en La Laguna (Tenerife) y al día siguiente en Madrid, no había otra fecha, y les dije: «Estoy malito, tengo cáncer y quiero que sepan que voy a luchar con todas mis fuerzas hasta el final». El apoyo ha sido total.
- ¿Qué cosas le han emocionado desde que le dieron la noticia?
- Más que el cariño de los que me rodean, que siempre lo he sentido y ahora más, me ha emocionado muchísimo el cariño anónimo de la calle; mujeres y hombres que se me acercan a darme un abrazo o un beso sin más, y con tanta autenticidad que a veces lloro.
- Para mal le sorprendería la reacción de un sacerdote, un tal Jesús Calvo, que dijo que su cáncer era «un castigo divino». ¿Alguien de la Iglesia le ha pedido perdón por estas palabras?
- Se me han acercado muchos cristianos de base avergonzados, pero nadie de la jerarquía ha pedido disculpas o censurado semejante muestra de homofobia. Por lo demás, cuando me preguntan por el papa Francisco digo que la música suena bien pero que la letra hay que escribirla, y si el Papa cree en lo que dice debe censurar o apartar a quienes desde la jerarquía manifiestan machismo, racismo, xenofobia, homofobia? porque con ello se fomenta el odio y no el amor entre los seres humanos.
- ¿Nadie de su entorno amenazó con ir a partirle la cara, a él o al presentador del programa, ese que añadió lo de «No cambiaría la vida de mi perro por la suya»?
- Se hicieron declaraciones por parte de los colectivos LGTB y se presentaron más de 60.000 firmas pidiendo explicaciones por tales afirmaciones, pero nadie respondió. Triste pero cierto.
- Usted colaboró con el sacerdote Enrique de Castro ayudando a personas en situación de vulnerabilidad. ¿Qué le ha dicho él?
- Soy ateo pero conozco y apoyo el buen trabajo que hacen las iglesias de base ayudando a los que más sufren, y coincidimos en esa lucha por la justicia social. Me gusta ser bueno aquí y ahora y no espero nada a cambio. Tengo fe en el ser humano. Creo en la libertad, la igualdad, la solidaridad y, sobre todo, en la generosidad. Y tengo ética, moral y espiritualidad laica; unos trascienden con los profetas y otros lo hacemos con los poetas.
- Sea profeta, ¿monarquía o república?
- Como la mayoría de la ciudadanía, estoy a favor de un referéndum para decidir. Soy republicano y votaría por la República.
Toque de atención
- Justo ahora que Felipe VI ha propiciado el primer encuentro entre un rey español y los colectivos LGTB...
- Que el Jefe del Estado conozca la diversidad afectivo sexual y reconozca a los colectivos reivindicativos LGTB, que con su lucha han hecho posible el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, me parece muy positivo.
- ¿La enfermedad le ha dado algún tipo de clarividencia sobre lo que necesita hoy el PSOE?
- Necesita claridad en los mensajes, identidad en el discurso y valentía en la acción política. El PSOE cada vez que es valiente acierta.
-¿Cree que han sabido afrontar el fenómeno Podemos?
- Después de las últimas elecciones se ha puesto de manifiesto que la democracia, siempre en transformación, funciona, y que los resultados electorales nos dan lecturas muy variadas. La de Podemos es una de ellas. Creo que Podemos da un toque de atención a la izquierda y eso es bueno.
- ¿Sánchez o Madina?
- Soy del proceso histórico que nos ha llevado a que seamos el primer partido de gobierno en España que para elegir a su dirigencia apuesta por un militante, un voto. Escucharé a todos los candidatos, para saber cuáles son sus compromisos, y el 13 de julio votaré.
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