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Nuria Vega
Lunes, 18 de mayo 2015, 11:02
En el centro de Madrid, en un desayuno informativo, se ha escenificado la segunda parte del mitin en el que ayer el expresidente del Gobierno, José María Aznar, afeó al PP y a Esperanza Aguirre el trato dispensado a su esposa, la alcaldesa Ana Botella. " ... Que la política es ingrata, yo creo que eso lo sabe, quizá mejor que nadie, el señor Aznar", ha respondido Aguirre antes de ensalzar a quien fue jefe del Ejecutivo y que, a su entender, será recordado por la historia "con los grandes políticos españoles".
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La candidata madrileña ha asegurado no querer entrar "en los tiquismiquis de unos y otros" y ha tratado de zanjar la polémica admitiendo el "mérito" de Botella tras "llevar la Alcaldía en estos años tan difíciles", aunque sin olvidar el rol que ejerció de 'primera dama'. "Hoy quiero reconocer también el papel que ha tenido en esa construcción del gran PP y en el primer Gobierno. Ana ha sido esa gran mujer que está detrás de un gran hombre. Ha ayudado en todo momento al PP, a José María, y en su propia carrera política, ha hecho una labor excelente en el Ayuntamiento", ha concluido.
En cuanto a ella misma y sus aspiraciones futuras, ha tachado de "mentiras" las informaciones que recogen su interés en batallar por la presidencia del Gobierno y presentarse como alternativa a Rajoy, aunque en una entrevista reciente no descartaba lo de ser algún día candidata a la Moncloa, por eso de "no cerrarse puertas". Hoy se ha referido, sin embargo, a Rajoy como "el líder que necesita España en este momento", "un señor muy serio" que ha enderezado la situación económica del país.
Aún así no se excluye del banquillo del PP. "En el partido hay muchísimo banquillo, hay gente joven, gente un poco menos joven y gente madura, que tiene ideas y que atrae enormemente a los electores", ha contestado preguntada por su futuro, el de Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal o Pablo Casado. "Quizás se deben propiciar los debates internos para que surjan más líderes jóvenes", ha defendido en cualquier caso tras propugnar que se abran las listas electorales.
Los resultados del 24-M serán determinantes para la vida interna del PP. Aguirre, por ahora, se ha comprometido a abandonar la presidencia del partido en caso de convertirse en alcaldesa. Pero habrá que esperar para que ese movimiento pactado con la dirección de la calle Génova se traslade a la realidad. "Primero, tengo que ganar las elecciones; segundo, tengo que gobernar y ser alcaldesa; y tercero, tiene que convocarse el congreso regional del PP de Madrid y, según los estatutos, será después del nacional". En definitiva, bien entrado el 2016. Y hasta entonces no entra a responder sobre la idoneidad de la candidata al Gobierno de la comunidad, Cristina Cifuentes, para hacerse con las riendas de la formación madrileña.
Candidata
Liberal, conocida y explícita. Así se ve Aguirre a sí misma y esas son las características que asegura que le ayudaron a no asustarse por ser nombrada cabeza de cartel a "tan sólo" 79 días de los comicios. Una y otra vez ha subrayado la escasez de tiempo, "desde la llamada de María Dolores de Cospedal", para preparar su candidatura, en comparación con los 319 días que tuvo cuando Aznar le comunicó que optaría al Gobierno regional. En su currículum, como una de sus principales características, está la de no dar puntada sin hilo.
En los últimos días ha centrado su discurso en Podemos y la coalición en la que se integra, Ahora Madrid, cuando, según algunas encuestas, pisa los talones del PP en la ciudad. Considera "absolutamente nefasto" que esta opción se haga con la Alcaldía. Es, de hecho, una de las razones que, al menos según sus palabras, le motivaron a volver a la primera línea. Advierte que con los de Pablo Iglesias no habrá libertad para votar y que representan un "atentado" contra los valores que ella siempre ha defendido: la libertad, la vida, la propiedad, el imperio de la ley y el orgullo de ser españoles.
En cuanto a Ciudadanos, diferencia su proyecto del ideario del PP. "Pensaba que eran liberales, pero son socialdemócratas", ha puntualizado. Aún así, ha dejado claro su respeto por Albert Rivera: "Lo encuentro admirable porque ha defendido a España en el Parlamento de Cataluña con una convicción y tenacidad que sólo igualan los representantes del PP en Cataluña".
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En el apartado programático de la lucha contra la corrupción, la candidata ha avanzado, por último, que se propone modificaciones para reinterpretar la ley en cuanto a los contratos públicos. "La ley dice que los contratos inferiores a 12.000 euros se pueden dar por procedimiento negociado y sin publicidad. Pues me propongo bajarlo a 3.000", ha concluido.
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