Dos detenidos por revelar secretos de un grupo de WhatsApp en un colegio de Casarrubelos

Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, la investigación comenzó el pasado 10 de abril, tras recibir una denuncia de profesores del colegio público Tomé y Orgaz de la localidad, que ponían de manifiesto la difusión de unos mensajes privados. De acuerdo con los denunciantes, la publicación de estos mensajes podría derivarse de una posible venganza de algún profesor que se encontraba en litigios con el personal del colegio.

Ante la trascendencia social que tuvieron los hechos, los agentes de la Guardia Civil visionaron todas las noticias relacionadas con el tema, que les permitieron identificar tanto al profesor que difundió los mensajes como a la otra profesora que se los facilitó y que estaba incluida en el grupo de mensajería. Los imputados se enfrentan a un delito recogido en el artículo 197.1 del Código Penal, que contempla penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.

Expedientes disciplinarios

En abril la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid decidió suspender cautelarmente de sus funciones a la directora del colegio Tomé y Orgaz y abrir expedientes disciplinarios a seis de los once profesores de este centro que vertieron en un chat comentarios "vejatorios" y "denigrantes" sobre alumnos y padres. Tras elaborar un informe, la inspección educativa de la Dirección General del Área Territorial Sur concluyó que se debían abrir expedientes disciplinarios tanto a la directora como a seis de los once profesores por los comentarios despectivos que los docentes hicieron en Whatsapp y que fueron buzoneados de forma anónima a los vecinos del pueblo.

"Considerando que alguna de las manifestaciones pudieran haber vulnerado los derechos de los menores citados en las conversaciones publicadas", el informe de la inspección educativa también proponía trasladar el caso a la Fiscalía de Menores "para su conocimiento y valoración". Los inspectores de la Consejería señalaron en su informe que la directora del centro y también administradora del grupo de conversaciones "en ningún caso debió permitir que se vertieran ese tipo de comentarios por los miembros del grupo" que se podían considerar "vejatorios, denigrantes e improcedentes del personal docente a su cargo".