El exinterventor dice que la Junta hizo «oídos sordos» con los ERE

Manuel Gómez Martínez, que fue interventor de la Junta entre 2000 y 2010, ha realizado estas manifestaciones a los periodistas tras declarar durante tres horas y media ante el magistrado del Tribunal Supremo que instruye el caso ERE en el Tribunal Supremo.

La versión de quien fue interventor de la Junta entre 2000 y 2010 es contradictoria de la que dan los expresidentes andaluces. Griñán y Chaves declararon que en ningún momento recibieron informes alertando de que hubiera ilegalidades en las ayudas, algo que no acepta el responsable de hacer esos informes, el citado interventor.

Los imputados afirmaron al juez que no constan en la causa informes de actuación, el tipo de informe para alertar al máximo nivel de que una medida política no cumple con la ley. Manuel Gómez, en un comunicado hecho público hace dos semanas comparó la pasividad de Chaves y Griñán con el de "un alcalde que decide apagar todos los semáforos de la avenida con el presunto propósito de mejorar el tráfico. Ahora el alcalde niega que él apagara los semáforos y pretende desviar su responsabilidad por los muertos en accidente hacia la policía de tráfico. Cuanto más insiste el alcalde en ello más parece que el motivo de la medida no fue la fluidez del tráfico, sino permitir la huida de los ladrones con más facilidad".

Lo que según los aforados hizo el interventor fueron informes de cumplimiento que no deben ser elevados al consejero y menos al presidente. "Esta conducta de los dos expresidentes es una indignidad", apuntó Gómez en dicho comunicado. "Actúan embozados bajo el inicuo aforamiento tras el que se esconden, sin que los aludidos podamos responder. Es indecente desviar hacia los inferiores la responsabilidad por actos propios". Bien es cierto que ante el juez, los expresidentes señalaron las irregularidades pero no lo bastante graves como para que lleguen al máximo nivel.