Secciones
Servicios
Destacamos
AGENCIAS
Miércoles, 22 de abril 2015, 12:05
La Ertzaintza cree que Juan Carlos Aguilar, el falso monje shaolín, descuartizó a la otra víctima mortal, Yenny Rebollo, mientras mantenía secuestrada a Ada Otuya en el mismo gimnasio en el que fue hallada el 2 de junio de 2013. En un informe de la ... Policía vasca al que se ha dado lectura en la cuarta sesión de la vista oral que se sigue contra Aguilar, se asegura que el falso monje shaolín "secuestró, ató, desnudó, violó" y más tarde "estranguló" a Ada Otuya.
Entonces, cuando ésta se encontraba inconsciente, procedió a descuartizar a Yenny Rebollo. Al despertarse y percatarse de los hechos, Ada emprendió la huida hacia la puerta del gimnasio, momento en el que la vecina observó el hecho y avisó a la Ertzaintza. Durante esta jornada también se han visionado fotografías y vídeos de contenido sexual en los que se puede ver al acusado golpeando y tirando del cabello a una mujer. Entre ellas, se han podido ver también algunas imágenes en las que aparece Yenny Rebollo, semidesnuda y con los labios ensangrentados. Mientras se han visionado estas imágenes, Aguilar ha permanecido erguido en la silla y con los ojos cerrados, actitud que ha mantenido a lo largo del juicio.
Por su parte, el representante del Ministerio Fiscal ha mantenido la acusación por dos delitos de asesinato con alevosía contra Juan Carlos Aguilar, pero sin apreciar la agravante de ensañamiento con una de sus víctimas, la joven nigeriana Maureen Ada Otuya. Por estos delitos pide un total de 40 años de cárcel en sus conclusiones finales, elevadas a definitivas en la sesión de hoy del juicio que se sigue contra el acusado desde el pasado viernes en la Audiencia de Vizcaya.
Las acusaciones particulares en nombre de las víctimas, así como la acusación popular también han mantenido sus calificaciones finales, en las que sí incluyen dicha agravante. Por ello, estas partes elevan la petición de pena a 45 años de cárcel. La defensa también ha mantenido su calificación, ya que el acusado reconoció los asesinatos con alevosía, pero no el delito de ensañamiento, lo que elevaría la pena impuesta y tendría efectos negativos en la posible aplicación de beneficios penitenciarios al acusado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.