El cabo Soria murió en el Líbano por al menos cinco «errores» de Israel

Esta es la conclusión en la que coinciden los informes sobre el suceso elaborados por la ONU, España y por Israel, según explicó hoy en el Congreso el ministro de Defensa, Pedro Morenés. El ministro también indicó que el ataque israelí, que respondía a otro de la guerrilla Hezbollah en la que habían muerto dos soldados hebreos, no tuvo ningún tipo de intencionalidad contra las tropas de la Unifil (la misión de paz), pero sí que fue una imprudencia en la que se cometieron negligencias como ha reconocido el propio Ejército de Israel.

Morenés, rechazó que el Gobierno español haya actuado en este asunto con tibieza, como le reprochó la oposición, sino más bien al contrario, ya que destacó que ha logrado que el estado hebreo, por primera vez, haya admitido ante la comunidad internacional sus errores y su responsabilidad en la muerte, que se haya comprometido a reparar el daño con una indemnización a la viuda, y que haya aceptado tomar medidas para que un caso así no se repita.

Según el ministro, los artilleros israelíes asumieron un riesgo excesivo con el ataque porque bombardearon unas posiciones de Hezbollah que estaban a menos de 500 metros de los puestos avanzados de la ONU; porque no disponían de ningún método para observar los impactos, por lo que no corrigieron la línea de fuego ni se percataron de los errores; porque no tuvieron en cuenta en la línea de disparo que las torres avanzadas tienen una altura de 10 metros; porque carecían de boletín meteorológico para adaptar el cálculo de disparo al viento, lo que provoca errores de hasta 300 metros; y porque, pese a todas estas limitaciones, usaron el máximo alcance de la batería, lo que ya de por sí es fuente de errores.