Rosa Díez se someterá el sábado a una moción de confianza en UPyD

Aunque sobre el papel no es una consulta directa sobre su persona si lo será en la práctica, pues sería imposible que continuase al frente de la formación si resultase derrotada y desautorizada su línea política. Al contrario, si gana la votación ganaría al menos por el momento su pulso a los críticos y los mantendría bajo control hasta saber el resultado de los comicios locales y regionales del 24 de mayo.

Pero el movimiento de Díez ha sido doble. No solo quiere demostrar a los rebeldes que por ahora sigue teniendo el apoyo de la mayoría sino que ha hecho una apuesta de futuro. Ha creado un nuevo cargo, el de portavoz adjunto de UPyD, que en la práctica será el número dos de la formación, y ha nombrado para este puesto a Andrés Herzog, el actual responsable de Regeneración Democrática, un hombre de su total confianza. Su movimiento se interpreta como la elección de un delfín. De la persona que propone para sucederla en el liderazgo de UPyD bien a medio plazo o bien a corto plazo si las elecciones de mayo suponen otra hecatombe y se ve obligada, esta vez sí, a renunciar a la portavocía o, al menos, a dar un paso atrás.