El Poder Judicial obliga a Castro a jubilarse

Tal y como ya le advirtió, de manera unánime, el pasado 18 de febrero la sala de Gobierno del Tribunal Superior de Baleares, su intención de seguir en el juzgado hasta los 75 años no tiene encaje legal, ya que la figura del juez emérito, que Castro invocaba, es solo aplicable para miembros de tribunales pero no para un juez de instrucción.

La Ley Orgánica del Poder Judicial y el reglamento de la carrera judicial que lo desarrolla solo contemplan seguir tras los 70 años como emérito "exclusivamente para 'formar sala' como magistrado suplente" en el Tribunal Supremo, los tribunales superiores de justicia, la Audiencia Nacional y las audiencias provinciales.

La decisión del Poder Judicial puede no obstante ser recurrida por el juez en la Sala tercera del Tribunal Supremo.

Según fuentes cercanas al magistrado, la petición de Castro de seguir en el cargo como emérito respondía a su interés por concluir la instrucción de las 19 piezas separadas del 'caso Palma Arena' (que tiene 28 legajos) que aún no están terminadas de investigar. En ese macro sumario se indagan decenas de delitos de corrupción relacionados con el segundo mandato de Jaume Matas como presidente balear entre 2005 y 2007. La pieza 25 de ese sumario es el caso Nóos, ya concluido de instruir, y en él Castro ha mandado al banquillo de los acusados a la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin o Matas, entre otra decena de personas.