‘Tic tac’, el latido de Podemos

Consignas y canciones. Por momentos, la Marcha por el cambio convirtió la Puerta del Sol y los primeros números de la calle Alcalá en un gran estadio. Sobre todo, cuando la multitud gritaba a coro Sí se puede, y el eco reverberaba entre los señoriales edificios de la zona. Una multitud que, esta vez, estaba compuesta por un perfil de manifestante algo diferente al de anteriores ocasiones. Destacaban los veteranos del 15M que esta vez había en Madrid gente de más edad, y también más mujeres que otras veces. Aunque, como siempre, la concentración congregó a un público muy heterogéneo, con los jóvenes intentando acercarse a la Puerta del Sol, donde han dado sus discursos Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, y los mayores y los padres de familia con carrito atrincherándose en la parte de atrás, donde menos posibilidades había de acabar aplastado.

Y entre las banderas, más color que en otras ocasiones. La estrella, esta vez, era la griega, y los motivos eran obvios, la victoria de Syriza, un cambio histórico que muchos auguraban, o deseaban, para los próximos comicios generales. Grecia 10, Merkel 0, en España también Podemos, proclamaba una pancarta. Junto a la helena, banderas de prácticamente todas las comunidades autónomas, también muchas banderas republicanas, algunas de otros países, portadas por colectivos de inmigrantes, y por supuesto, un gran número de moradas, el color de Podemos, con el nombre del municipio de cada círculo, entre los que destacaban los catalanes. Los autobuses aparcados en los laterales del Retiro y junto a la Puerta de Alcalá eran el testimonio de que a muchos manifestantes les quedaban unas horas de viaje para volver a sus casas, pero sus vehículos se iban a desplazar con el mejor combustible: la ilusión.