Aznar y Rajoy se saludan en el Congreso de Valencia de 2008.

Rajoy tira de Aznar para amarrar el voto conservador más crítico con el PP

El expresidente del Gobierno intervendrá este viernes en la inauguración de la Convención Nacional del partido

nuria vega

Jueves, 22 de enero 2015, 12:45

Algunos de sus feudos tradicionales pueden caer y las encuestas dibujan un mapa electoral incierto, así que para el PP no es el momento de titubeos. Amenazados por la irrupción de nuevas fuerzas políticas y castigados por los recortes de la crisis y la gestión ... de los casos de corrupción que han deteriorado al partido, no puede permitirse en un año repleto de citas con las urnas perder votantes por su derecha ni llegar a los comicios como una formación sin cohesión interna.

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Por eso, el primer gesto de Mariano Rajoy ha sido el de invitar al expresidente del Gobierno José María Aznar a la Convención Nacional que su partido celebrará en Madrid el próximo fin de semana. Aznar intervendrá en la inauguración de la convención, acompañado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, y la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal.

La presencia del expresidente, con un papel destacado, muestra la voluntad de Rajoy de cerrar heridas y recuperar a un sector muy desconcertado a lo largo de la legislatura por proyectos fallidos como el de la reforma de ley del aborto, cuya versión descafeinada estará lista en febrero, según adelantó el jefe del Ejecutivo en una entrevista a Efe, o por decisiones judiciales como la excarcelación del miembro de ETA Josu Uribetxeberria Bolinaga, el secuestrador de Ortega Lara, que falleció el viernes tras más de dos años fuera de prisión.

Aznar es más que el hombre que gobernó España durante dos legislaturas o el presidente de honor del partido, para el ala dura de la formación. Es un referente de gestión y la encarnación de una época en la que un PP victorioso se movía en bloque y sin fisuras. De ahí el malestar provocado por su ausencia en la anterior convención, la de Valladolid, "por problemas de agenda", o los desencuentros con la dirección nacional que le llevaron a mantenerse al margen de la campaña electoral para los comicios europeos de 2014.

"Es lógico", alegan fuentes del partido, que ahora se busque el cierre de filas. Los populares interpretan en ese mismo sentido la elección de Pablo Casado como portavoz de campaña. Cercano a Aznar y a Esperanza Aguirre, Casado, de 33 años, será en los próximos meses una de las voces autorizadas para propagar los mensajes del partido hasta los comicios, aunque está por ver la dimensión del papel que va a ejercer. En todo caso, se perfila como una figura emergente en un partido con escasa renovación de sus rostros públicos.

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Por otro lado, los populares tratan de aproximarse a las víctimas del terrorismo, que han expresado en los últimos tres años su distanciamiento con el Gobierno y que saldrán a la calle el 24 de enero para rechazar la política antiterrorista del Ejecutivo de Rajoy, al que responsabilizan de 140 excarcelaciones de etarras, de la presencia de la izquierda abertzale en las instituciones y al que acusan de inacción frente a ETA. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ya ha adelantado que "si nada lo impide" se manifestará junto a la AVT el mismo día de la Convención Nacional.

Ciudadanos, adversario

En el encuentro, destinado a dar el pistoletazo de salida a la precampaña electoral, el PP homenajeará al concejal y expresidente de los populares en Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez, asesinado por la banda terrorista un 23 de enero de hace 20 años. Y mañana, el PP recordará a las víctimas en un acto que ha organizado la formación en el País Vasco. Algunas voces internas creen que se trata de una decisión "reactiva" a la convocatoria de la AVT y no saben si serán "gestos suficientes" para recuperar la complicidad perdida.

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Al PP le cuesta, según este análisis, "la gestión emocional" de su relación con el electorado, y ve un peligro en que fuerzas como Vox, una escisión impulsada por Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara, conecten con el desencanto de los votantes populares más conservadores.

Aun así, no es esto lo que más preocupa, pues se trata de un riesgo menor. El diagnóstico del sociólogo de cabecera de Rajoy, Pedro Arriola, señala que una parte importante del electorado se encuentra instalado en la abstención. En ese contexto, lo que realmente inquieta es que la "aparición" de Ciudadanos, la formación liderada por Albert Rivera, consiga aglutinar a aquellos ciudadanos que tras apostar en 2011 por el PP, han perdido la ilusión y no quieren quedarse en casa el día que se instalen las urnas. Esa es la principal vía de agua que inquieta a la dirección del partido.

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