El fallido póquer de los abogados de 'Nóos'

Tan mal parados que los 'patrocinados' de los cuatro conocidos abogados catalanes del 'caso Nóos' no solo se van a sentar en el banquillo sino que además lo van a hacer acusados de abultadísimas penas y graves delitos que no podían ni acertar a imaginar cuando contrataron a sus letrados.

Cristina de Borbón (defendida por Roca), Iñaki Urdangarin (por Vives), Diego Torres (por González Peeters) y Marco Antonio Tejeiro (por Martell) se asoman al abismo de una petición de cárcel por un total de 54 años de cárcel.

Ni uno solo de los reputados abogados -al margen de la infanta a la que Anticorrupción se niega a acusar de la cooperación de los dos delitos fiscales de su marido- ha conseguido que la Fiscalía Anticorrupción le aplicara ni un solo atenuante.

Miquel Roca

El padre de la Constitución se incorporó tarde al proceso, en abril de 2013, cuando el juez citó como imputada a la duquesa de Palma por los delitos cometidos como miembro del Instituto Nóos. Entró tarde pero con toda la artillería jurídica de su despacho (el prestigioso bufete barcelonés Roca Junyent) y con los afamados penalistas Jesús Silva y Jaume Riutort como fieles escuderos. Logró en primera instancia salvar a la entonces hija del Rey del paseíllo. En la segunda andanada, cuando en febrero de 2014 el magistrado volvió a citar a la infanta, esta vez por los delitos fiscales de su marido a través de la empresa familiar Aizoon, fue Roca el que recomendó a su cliente que no recurriera la decisión y se aviniera a declarar.

Fue un grave error, según todas las fuentes consultadas, sobre todo porque el abogado no adoctrinó suficientemente a la imputada, quien comenzó a cavar su propia tumba judicial al reconocer que sabía que Iñaki Urdangarin usaba la empresa de la que ella es también dueña para canalizar dinero que no debía.

Aquel varapalo dejó muy maltrecha la estrategia de Miquel Roca, que contaba con que el paseíllo en realidad iba a ser un paseo triunfal de su cliente, máxime porque la Fiscalía no le acusaba. Pero nada más lejos de la realidad. El letrado nunca valoró en su justa medida la obcecación del juez José Castro por llevar a la infanta al banquillo. Tampoco se anticipó a que la Audiencia Provincial de Palma no iba a librar del juicio a su cliente.

Al final, el bufete catalán ha terminado pasando de la defensa caballerosa de Cristina de Borbón al ataque personal al juez por no aplicar a su cliente la 'doctrina Botín'. Algo que sigue sin librarle del banquillo.

Mario Pascual Vives

Nadie entendió que Iñaki Urdangarin eligiera a este veterano abogado, pero que jamás se había dedicado al derecho penal. Y ahora tampoco. Desde hace dos años la Fiscalía venía advirtiendo a Vives de que su cliente podía enfrentarse a una petición de dos décadas de cárcel. «Se dicen tantas cosas», fue su respuesta cuando le preguntaron sobre las primeras filtraciones del durísimo escrito que le aguardaba al duque. Pero la táctica del abogado era la no táctica. Ni pactar, ni recurrir, ni intervenir casi en los interrogatorios... solo esperar.

Dicen en Palma que Vives lo podría haber hecho mucho mejor, pero que Urdangarin jamás se avino a reconocer nada de nada. En cualquier caso, sus jugadas más atrevidas, como la de ofrecer devolver 300.000 euros a cambio de Anticorrupción le retirara todos los cargos al exdeportista, solo provocaron la hilaridad de la Fiscalía.

Manuel González Peeters

El más heterodoxo y arriesgado de los abogados de 'Nóos' tampoco ha tenido suerte. Y es que éxito de su estrategia era muy muy improbable: poner a la Monarquía contra las cuerdas a base de 'e-mails' personales (incluso íntimos) de Iñaki Urdangarin para conseguir que Zarzuela desmontara el proceso y consiguiera exculpar a Diego Torres.

Al final, los famosos correos electrónicos provocaron ríos de tinta, sin duda dañaron la imagen de la Casa Real y consiguieron la imputación momentánea del asesor de las infantas, Carlos García Revenga. Pero al final, nada ha evitado el banquillo al exsocio.

Cristobal Martell

Es el abogado de moda en los delitos económicos. Sus clientes son estrellas mediáticas del fútbol como Leo Messi, Joan Laporta, Samuel Eto'o Josep Lluís Núñez, pero también defiende a buena parte del 'clan Pujol' en diversos juzgados o al el extesorero del PP Álvaro Lapuerta.

Su especialidad son los pactos con la Fiscalía y las medidas confesiones de sus clientes a cambio de sustanciosas rebajas en las peticiones de cárcel y de fianzas civiles. Eso mismo intentó con su cliente en el 'caso Nóos', Marco Antonio Tejeiro, el contable de la trama. Sin embargo, la maniobra no le salió bien. Castro rechazó su confesión por extemporánea. La Fiscalía solo le pide dos años de cárcel, pero Manos Limpias no admite ningún apaño y le reclama diez años de prisión.