Abdalá II y Abbas aplazan sus entrevistas con Margallo para acudir a París

Ésta es la segunda gira que el ministro realiza por Oriente Próximo. Pero a diferencia de la que protagonizó en abril de 2013, España ocupa ahora uno de los quince asientos del Consejo de la Seguridad de la ONU. Este nuevo e importante rol internacional es el que ha llevado a Margallo a desplazarse a Jordania, Israel y los territorios palestinos con el fin de tomar el pulso a la actual situación de bloqueo que vive el conflicto árabe-israelí.

Sobre la visita de la delegación española planea la sombra del rechazo el 30 de diciembre en el Consejo de Seguridad de una propuesta jordana que fijaba para 2017 la retirada total de Israel de los territorios de Cisjordania. El jefe de la Diplomacia quiere ahora conocer de primera mano si Ammán y los palestinos estarían dispuestos a suavizar su petición con el fin de que pueda ser aceptada por los israelíes y su gran aliado Estados Unidos. Un acuerdo entre las partes permitiría aprobar una propuesta en Naciones Unidas que ayudaría a revitalizar el proceso de paz.

El martes el ministro se desplazará a Gaza, territorio controlado por Hamás, considerado un grupo terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos. Exteriores ha afirmado que en ningún caso se producirá un encuentro con miembros de Hamás. Margallo visitará los proyectos de cooperación española puestos en marcha para construir el territorio palestino, devastado tras la última guerra entre Israel y el grupo islamista.

El miércoles, el ministro se entrevistará con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Ante él, el ministro deberá responder al malestar de Tel Aviv por la aprobación en el Congreso español de una iniciativa que insta al Gobierno a reconocer el estado palestino.

Fuentes diplomáticas han avanzado que el jefe de la Diplomacia insistirá ante sus interlocutores en que la única salida posible a la actual situación de parálisis en las negociaciones árabe-israelíes es la creación de un estado palestino que conviva en paz con un estado judío que, incidieron, debe de tener su seguridad garantizada.