Rajoy: «Procuraré portarme mejor»

No fue el único miembro del Gobierno distinguido. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, recibió dos de los reconocimientos más codiciados. El 'Emilio Castelar' al mejor orador y el 'Azote de la oposición'. Pero la número dos del Ejecutivo, que se dejó caer por el cóctel previo, tampoco asistió a la cena. En su lugar tuvo que subir al escenario el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, que hizo un guiño a Rubalcaba al expresar el "orgullo" de la vicepresidenta por haber recibido el mismo premio con el que la prensa reconoció en otras ocasiones la capacidad de expresión del exlíder del PSOE.

Precisamente, Rubalcaba fue homenajeado por toda una vida dedicada a la actividad política y al Parlamento. "Recibo un premio a título póstumo en vida", aseguró despedido por los suyos en pie en la que dijo que sería su última gala. Político hasta el final, el ex secretario general de los socialistas recordó incluso a aquellos que ahora le dan su apoyo "sobrevenido". En todas las mesas se comentó la "nostalgia" que Rajoy expresa constantemente sobre los tiempos en los que Pedro Sánchez no era líder del PSOE.

La suya fue, junto a la del presidente del Congreso de los Diputados, una de las intervenciones más aplaudidas. Jesús Posada, galardonado con el premio 'Luis Carandell' a la mejor relación con la prensa, se puso ante al micrófono sin papeles y, mirando uno por uno a los asistentes, admitió en público lo que todos saben en privado. Que el próximo año el arco parlamentario cambiará. La fotografía del Congreso de los Diputados será otra tras las elecciones generales y la gala, por lo tanto, reflejará una realidad distinta.

De esa realidad probablemente forme parte Podemos. Algunos de los miembros de la formación asistieron en representación de Pablo Iglesias, distinguido como 'Eurodiputado del año' y que excusó su ausencia por estar dedicado a sus funciones en Bruselas. El texto que leyeron en su nombre fue el más abucheado.

Pregunta del millón

En cuanto al resto de galardones, el 'Azote del Gobierno' recayó en el coordinador federal de IU, Cayo Lara; los mensajes en las redes sociales le sirvieron a Toni Cantó, de UPyD, para llevarse el de 'Parlamentario 2.0'; la socialista Isabel Rodríguez subió a recoger el de 'Diputado Revelación', mientras su compañera María Chivite se llevaba el de 'Senador Revelación'; en la cámara alta, el 'Senador del año' ha sido Josep Lluis Cleríes; y, omnipresente, un afónico Gaspar Llamazares agradecía la estatuilla del 'Parlamentario más activo'.

Uno de los momentos más esperados es siempre aquel en el que se reproducen las preguntas más curiosas del año. Esta vez se llevó la palma el representante de Amaiur, Jon Iñarritu: "() Deseo conocer: ¿Cómo considera el ministro del Interior que intercede Santa Teresa de Jesús por España? ¿Cuál es el papel de la Virgen del Rocío en la salida de la crisis? ¿Ha notado mejoras tras la condecoración a la Virgen del Pilar? ¿Cuáles? ¿Estima el Gobierno que hay más intercesiones divinas y sobrenaturales en la situación actual del Estado? ¿De quiénes? ¿Considera el Gobierno que respeta la aconfesionalidad del Estado? ¿Tiene intención de promover que España se convierta en un Estado confesional?".

Música, parodias y monólogos pusieron la guinda a una noche distendida y de buen humor que reunió a políticos y periodistas y que no compartió el portavoz de CIU, Josep Antoni Duran i Lleida. Haciendo honor al premio de 'Desconocido o ausente en el Parlamento' decidió no pasarse por la gala. Esta mañana no titubeaba ni un segundo al calificar de "banales" los galardones.