El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

«Ni yo me voy a volver bolivariano ni Maduro demócrata cristiano»

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, resta importancia a las ausencias en la Cumbre de Veracruz y recuerda que lo importante es que los países iberoamericanos sigan reuniéndose

Ander Azpiroz

Martes, 9 de diciembre 2014, 20:45

Frente a los solo 11 jefes de Gobierno que se reunieron el año pasado en Panamá en la Cumbre de Veracruz se han congregado los mandatarios de 16 de los 22 países iberoamericanos.

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Las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y Argentina, Cristina Fernández de Kirchner ... ya habían avanzado días atrás su no asistencia. A última hora cancelaron su viaje el venezolano Nicolás Maduro, el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega, líderes de tres de los principales países del eje bolivariano. Tampoco ha asistido Raúl Castro, pese a las expectativas que se habían levantado sobre su presencia. El presidente cubano se ha quedado en La Habana con motivo de una reunión de la Comunidad del Caribe, aunque en su lugar envió a México a su número dos, Miguel Díaz-Canel. Por su parte, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén ha abandonado la Cumbre antes de tiempo debido a problemas de salud.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha restado importancia a que algunos de los líderes de los países más potentes de Sudamérica no hayan acudido a Veracruz. El jefe de la Diplomacia ha recordado que estos estados han estado representados por sus vicepresidentes y que han participado en todas las reuniones de trabajo celebradas a lo largo del año.

Tras reconocer que en Iberoamérica coexisten distintas formas de ver el mundo, el ministro ha mantenido que el sistema de cumbres goza de buena salud tras el proceso de reforma iniciado hace dos años en la reunión de Cádiz. La buena señal es que nos sigamos reuniendo aunque está claro que lo que no va a pasar es que las cumbres se conviertan en un Pentecostés en el que se aparezca el espíritu santo y yo me vuelva bolivariano y Maduro demócrata cristiano, ha afirmado. A continuación, ha presumido de que ya quisieran los países francófonos o la Commonwealth haber celebrado 24 cumbres en los últimos 24 años.

Margallo ha destacado la importancia que tiene para España el espacio iberoamericano. Según ha explicado, es la presencia en este área del mundo y en el norte de África la que permite a España tener voz en la escena internacional y un peso específico en la Unión Europea.

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