Melchor Sáiz-Pardo
Martes, 9 de diciembre 2014, 11:03
Pedro Horrach no solo usa el trámite de presentación de su escrito de acusación para presentar un escrito de defensa de la infanta Cristina sino que, además, entrega al juez José Castro un segundo 'anexo' en el que reclama al instructor que aplique la duquesa ... la llamada doctrina Botín, según la cual una persona no puede ser imputada por delitos fiscales si los dos 'perjudicados' de esos ilícitos (Hacienda y la Fiscalía) no acusan por no ver fraude alguno y no sentirse víctimas. En el caso Nóos solo Manos Limpias, que pide ocho años de prisión para la hermana del jefe del Estado por cooperación necesaria en los delitos fiscales de su marido, acusa a la infanta, a la que no imputan ni la Abogacía del Estado (defensora de la Agencia Tributaria) ni la Fiscalía (defensora del interés público).
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"No es sostenible, por elementales razones de justicia, igualdad y seguridad jurídica que, en las mismas circunstancias procesales, un ciudadano sometido a los tribunales de Vizcaya no se exponga al juicio oral y, sometido a un juzgado o tribunal de Baleares, no sólo se le abra juicio oral sino que además pueda ser condenado", explica Horrach, que trae a colación un reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Vizcaya (marzo de 2014) en la que no se dejó a la acusación particular sentar en el banquillo a un procesado al que no acusaban ni Hacienda ni Fiscalía.
Horrach (que pide que la doctrina Botín también se aplique a Ana María Tejeiro, mujer del exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, en relación al delito fiscal) insiste en que Manos Limpias no puede en solitario llevar al banquillo a Cristina de Borbón. "Si el titular del bien jurídico supuestamente lesionado, la Abogacía del Estado, y el Ministerio Fiscal no ejercen la acción penal contra una persona determinada porque legítimamente consideran que no existe delito imputable a la misma, dicha legitimidad procesal no puede ser usurpada por un tercero no perjudicado", apunta Anticorrupción.
"El respeto al principio de igualdad debe impedir que los criterios interpretativos de las leyes penales y procesales se conviertan en cajones de sastre donde todo vale", quien reitera que no se puede "orillar" la doctrina Botín en el caso de la infanta "bajo la excusa de matices interpretativos".
En los próximos días, será Castro el que, a la vista de los escritos de las diferentes partes y del auto del pasado noviembre de la Audiencia Provincial de Palma, el que decida si el auto de apertura de juicio oral incluye o no a la infanta. O sea, da por buena o no la doctrina Botín en este sumario.
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