El presidente de la patronal catalana, Joaquim Gay de Montellá (i), y el ministro de Defensa, Pedro Morenés (c), ante un retrato del general Prim, hoy en Barcelona.

El general Prim acude al rescate de la crisis territorial

El ministro Pedro Morenés pone al militar y expresidente del Gobierno como ejemplo de que se puede honrar a España y Cataluña al mismo tiempo

cristian reino

Lunes, 1 de diciembre 2014, 17:59

El único catalán que ha presidido el Consejo de Ministros de España, Joan Prim y Prats, nació hace doscientos años en Reus (Tarragona). Diplomático y militar, fue asesinado en 1870, cuando ocupaba la Presidencia del Gobierno, en medio de una España posterevolucionaria y plagada de ... conspiraciones palaciegas. Con motivo de la agenda de actos que se suceden para conmemorar el bicentenario de su nacimiento, el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona y la patronal Fomento del Trabajo inauguraron este lunes la exposición 'Prim, defensor de la industria catalana y de la modernización de España'.

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La muestra incluye fondos documentales del archivo histórico de Fomento y de las colecciones particulares de las familias Añoveros, Orellana y Albert. Los organizadores de la exposición destacaron a Prim como una figura de primer orden en la historia de España, su decidida acción en la defensa de los intereses de la industria catalana en el resto de España, su papel militar, su faceta como estadista y diplomático y, como presidente del Gobierno de España, con la Constitución Democrática de 1869, la creación de la peseta y su política arancelaria.

La exhibición pone el énfasis en que, primero como ministro de la Guerra y después como presidente del Consejo de Ministros, Prim mantuvo el contacto con las organizaciones industriales catalanas: el Instituto Industrial de Cataluña, la Junta de Fábricas y el Fomento de la Producción Nacional, entidades precursoras de la actual patronal catalana Foment del Treball. La exposición recuerda, según los organizadores, el interés del general Prim y su vocación y ambición por influir y modernizar también la política, la economía y el sector productivo de España.

La doble faceta -catalana y española- del estadista tarraconense sirvió este lunes al ministro de Defensa, presente en la inauguración, para tratar de estrechar lazos entre catalanes y españoles en plena crisis territorial y en pleno desafío soberanista. "Fue un extraordinario militar sirviendo a su patria, un extraordinario catalán sirviendo a los intereses de su patria chica, y un extraordinario español sirviendo a los intereses de España dentro y fuera de ella", expresó Morenés. "Admiro mucho a Prim, añadió, porque en un momento dado de su vida, cuando tuvo que elegir entre lo universal, lo general y lo particular, siempre supo que lo general estaba por delante, incluso en algunos momentos con propio dolor y renuncia de sus propias convicciones personales", destacó. Como diplomático, Prim intervino en Crimea, Cuba, México y Estados Unidos. Ahora, casi siglo y medio después de su muerte, 'recibe' una última misión: intentar que no se rompan los puentes entre Cataluña y el resto de España.

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