La segunda caída de la 'reina de la coca'

De los baños salió más nerviosa todavía. Lógico. Acababa de dejar en una papelera 50.000 euros en metálico. Los agentes vigilaban sus movimientos y la identificaron. Llevaba encima otros 10.000 euros. No la detienen y le dejan ir. Haciendo un símil querían que la hormiga les llevara hasta la reina, a los cabecillas de la banda organizada.

Comenzaba así la denominada operación 'Return lío-lío'. Quizá por el retorno a las andadas de esa mujer estilosa que de forma sorpresiva había aparecido en una pastelería de Majadahonda. Era nada menos que Ana María Cameno, más conocida como 'La reina de la coca'. Una 'narco' nacida en Burgos, de 42 años y familia acomodada, que en las dos últimas décadas había construido su propio cartel de la droga en España. Sin padrinos. Con valentía e inteligencia hasta hacerse con una buena parte de este lucrativo pastel gracias a su alianza con grupos colombianos.

Poco tiempo después del incidente de la pastelería, la Policía Nacional volvió a pedirle la documentación por un percance de tráfico y ella se estremeció. Creía que la brigada de estupefacientes le pisaba de nuevo los talones y puso pies en polvorosa. Se fue al sur. A Cádiz, donde alquiló un chalé en La Línea de la Concepción, desde donde siguió a lo suyo.

La investigación dirigida desde el Juzgado de Instrucción número cinco de Majadahonda autorizó la intervención de las comunicaciones de los implicados. En un 'pinchado' hubo suerte. Se interceptó un alijo de 100 kilos de cocaína en La Línea. A su regreso a Madrid, los agentes continuaron la pista de Ana María Cameno, que estaba en libertad condicional tras cumplir dos años de preventiva por otro entramado de narcotráfico desarticulado en 2011, con un centenar de detenidos en Madrid.

Los testaferros

Un día llegaron a un párking de la calle Príncipe de Vergara, en pleno centro de la capital de España. Cameno sacó una bolsa con dinero de un doble fondo de su vehículo. Se la entregó a un hombre trajeado, un abogado mercantilista de un reputado despacho. Éste entró con un financiero a una sucursal del BBVA de la misma calle y dejaron la bolsa en una caja de seguridad. Los agentes lo estaban viendo todo.

Ambos eran los supuestos testaferros de 'la reina de la coca'. Movían el dinero recaudado con la droga, que le proveía bandas colombianas, cuando volvía a España blanqueado en sociedades de Panamá. Allí llegaba a través de empresas pantallas radicadas en la localidad madrileña de Las Rozas. Eran unos «chiringuitos» fiscales, según relatan fuentes judiciales.

El 31 de julio se decide detener a Cameno. Tras la preceptiva orden judicial, los agentes entran en su chalé de las afueras de Madrid y la arrestan junto a su pareja, José Ramón Mora, de 26 años. En su coche hallan 20 kilos de cocaína y un kilo más en otro registro de su casa rural en Medina del Campo (Valladolid). La operación de la Guardia Civil se extiende de forma posterior a las localidades madrileñas de Las Rozas, Miraflores y Boadilla, y también a Cádiz. Hay 20 detenidos, 100 kilos intervenidos y 148.000 euros incautados.

'La reina de la coca' volvió a prisión acusada de delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y organización criminal. El próximo paso del juzgado de Majadahonda, dada la complejidad y el volumen del caso, será inhibirse a la Audiencia Nacional para concluir las pesquisas y llevar el proceso a juicio.