Secciones
Servicios
Destacamos
Melchor Sáiz-Pardo
Viernes, 7 de noviembre 2014, 11:20
La imputación o no de la infanta Cristina supuso un verdadero choque de trenes entre las dos locomotoras que movieron el 'caso Nóos': el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach. Ambos, amigos íntimos, han terminado distanciados, casi peleados, por sus visiones totalmente antagónicas ... sobre el papel de la hermana del Rey en todo este entramado corrupto. Sus frases, acusaciones y exculpaciones de la duquesa son como la noche y el día.
CONOCIMIENTO
¿Conocía o no conocía la hermana del Rey las irregularidades fiscales que Iñaki Urdangarin estaba cometiendo al cargar como ingresos de Aizoon sus actividades profesionales para las multinacionales? La respuesta a esta pregunta clave para la imputación de Cristina es bien diferente para Castro y para Horrach. Para el primero no cabe duda: "Los delitos contra la Hacienda pública que se imputan a Iñaki Urdangarin difícilmente se podían haber cometido sin, cuando menos, el conocimiento y la aquiescencia de su esposa, por mucho que de cara a terceros mantuviera una actitud propia de quien mira para otro lado", explica el juez en su auto.
La idea de Horrach es bien otra. No hay "indicios mínimamente solventes" más allá de "insulsos documentos", correos privados entre ambos, de que la infanta supiera del día a día de Aizoon. Anticorrupción siempre ha considerado que el único responsable de lo que ocurría en la sociedad era su "administrador único", o sea, Urdangarin.
ESPOSA
El papel de la infanta como esposa de Urdangarin es otro punto de colisión. En todos y cada uno de sus autos, Castro ha incidido en que es imposible que una mujer con estudios superiores como la infanta no conociese lo que hacía su marido. Que no se cree que la "confianza, veneración y amor" que dice que le profesaba a su esposo le hiciera ser tan ciega para no ver lo que hacía en Aizoon. El magistrado ha defendido siempre que el papel de "simple comisionada obediente" de su pareja que quiere atribuirse la duquesa no le convence.
Para Anticorrupción, el tema de cuál era el papel de la infanta como esposa es irrelevante. "En el Derecho Penal, basado en el principio de culpabilidad, no cabe admitirse ningún tipo de presunción de participación por la mera convivencia conyugal", apuntó el fiscal. La Fiscalía ha incido en todo momento en que la responsabilidad penal es personal. Otra cosa sería la civil, ya que Anticorrupción está dispuesta a acusar a Cristina de Borbón de responsable civil subsidiaria de lucro de los delitos.
GASTOS PERSONALES
El tema de que la infanta, además de su marido, usó los fondos ilícitos, fraudulentos respecto a Hacienda, que entraban en Aizoon para pagar infinidad de gastos personales como viajes, fiestas, hoteles, restaurantes, colegios o compras, es otro tema de discrepancia frontal entre juez y fiscal. Y no es un tema baladí porque de ello depende que la duquesa pueda sentarse o no en el banquillo acusada de blanqueo. Castro lo ve claro: Cristina de Borbón blanqueó porque reintrodujo en el circuito legal a través de sus "ingentes compras, servicios y gastos privados" dinero de cuya procedencia ilícita conocía. "Hay sobrados indicios de que doña Cristina de Borbón y Grecia ha intervenido, de una parte, lucrándose en su propio beneficio y, de otra, facilitando los medios para que lo hiciera su marido", sostiene el instructor.
La visión de Horrach, sabedor de que el blanqueo podría ser el punto más débil de la defensa de la hermana de Felipe VI, es totalmente diferente. El fiscal no ve más que una irregularidad fiscal merecedora de una simple multa. "El hecho aislado de imputar gastos personales ajenos a la actividad mercantil como costes de explotación no se contempla en el Código Penal como figura delictiva", recuerda en su alegato.
INTERROGATORIO
Castro considera clave la postura que mantuvo Cristina de Borbón en su interrogatorio el pasado febrero, cuando se parapetó en el "olvido, la ignorancia o la derivación de la responsabilidad a terceras personas" para aparecer ignorante de todo lo que ocurría en la empresa de la que es copropietaria al 50%.
La cruz de esta versión, una vez más, es del representante del Ministerio Público: "Tiene razón el instructor al calificar las respuestas de doña Cristina de Borbón de insuficientes o no clarificadoras, siempre que añadamos a continuación la expresión 'para sostener su imputación'", alega Pedro Horrach, para el que aquel interrogatorio "se caracterizó por cuestionar la motivación del ejercicio del derecho de Cristina de Borbón a participar como socia en una entidad mercantil, presumiendo que la misma obedecía a un plan delictivo predeterminado".
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.