El mazo inmisericorde de los tribunales

Este hombre, exministro durante tres años y presidente autonómico otros cuatro, disertó largo y tendido sobre la comparecencia judicial que acababa de realizar. Un tanto inocente, hasta cierto punto irreal en sus argumentos, estaba claro que aquella mención que una vez le hizo un juez en un auto, «está claro que ha venido aquí a burlarse de los simples mortales», no era gratuita.

Jaume Matas, el político que medró bajo los Gobiernos de Aznar, pasaba por el juzgado de Pablo Ruz para corroborar la rocambolesca historia del sueldo que le pagó el partido cuando dejó la cartera de Medio Ambiente para irse como candidato a Baleares.

En la primavera de 2013 el horizonte judicial de Matas ya pintaba negro. Se le acumulaban los procesos y las imputaciones en su etapa como presidente balear (2003-2007) hacían prever que estaba a pocos meses de sentarse en el banquillo por el caso que le mandó a prisión el 28 de julio. Se trata de una pieza separa del 'caso Palma Arena', el velódromo maldito para muchos supuestos corruptos, por la que cumple nueve meses de cárcel por tráfico de influencia. El Gobierno de su excompañero Rajoy no le indultó.

Matas se convertía así en el primer exministro de Aznar entre rejas. Un baldón para un partido que le dio rápidamente la espalda. No obstante, los daños colaterales para el PP fueron moderados, más si cabe porque su actividad criminal se desarrolló a cientos de kilómetros de la sede de Génova 13.

Con el exministro amortizado, el vendaval para el aznarismo llegó del flanco económico. Su nombre, Rodrigo Rato. El que fuera el español en un cargo de más peso mundial, presidió el Fondo Monetario Internacional entre 2004 y 2007, volvió a casa para pilotar desde Caja Madrid la configuración de Bankia, nacida de la fusión de siete cajas.

Cuesta abajo

El regreso del hijo menos pródigo para los suyos tras su salida del FMI, como ahora le ha recordado Esperanza Aguirre, ha sido una cuesta abajo hasta hacer el 'paseíllo' en la Audiencia Nacional como imputado: en julio de 2012 y el pasado 16 de octubre. Primero por la querella de UPyD debido a las irregularidades de la fusión -delitos de administración desleal, falsificación de cuentas, apropiación indebida, etc.- y segundo como beneficiario y repartidor de las tarjetas opacas de Bankia.

En la trama central del 'caso Bankia' también está imputado un compañero de Rato y exministro popular, Ángel Acebes, entonces consejero de la entidad. No obstante, la presencia de este hombre de Aznar en un proceso judicial no ha tenido la repercusión de su imputación en la causa de la 'caja B' del PP. Según el juez, «conoció y autorizó» una operación de compra de acciones de Libertad Digital con el dinero negro que controlaba el tesorero del partido. Le acusan de apropiación indebida y por ello tuvo que declarar esta semana en la Audiencia Nacional.

Por la 'caja B' plasmada en los 'papeles de Bárcenas', «apócrifos» para Rajoy, también han declarado como testigos personas de peso en los gobiernos aznaristas, Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos, ambos exsecretarios generales del PP y vicepresidentes del Ejecutivo. Lo hicieron por los sobresueldos y la contabilidad opaca denunciada por el extesorero. Cascos, además, está siendo investigando en una pieza del 'caso Gürtel' por los contratos con Aena cuando era ministro de Fomento. La Policía cree que las siglas 'PAC' en las anotaciones de Francisco Correa corresponden al político que hoy lidera Foro Asturias.