La misión española se desplegará en Irak a finales de año y costará 35 millones

Este es el plan presentado hoy en el Congreso por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien ha solicitado la autorización parlamentaria para enviar al contingente militar. Todos los grupos, salvo Izquierda Plural y ERC, aprobaron el despliegue de los militares, así como la cesión de las bases de Rota y Morón en apoyo a las tropas de EEUU que luchan contra el ébola en Liberia. El resultado fue 314 votos a favor, 11 en contra y cuatro abstenciones.

El titular de Defensa ha destacado que los 300 efectivos actuarán integrados en la coalición internacional contra el terrorismo y la "barbarie" del Estado Islámico, que ha extendido su acción en Siria e Irak, controlando amplias zonas terrestres. Según Morenés, los militares españoles desarrollarán su labor "en y para Irak" y bajo la legitimidad de la petición de ayuda del gobierno legitimo de Irak a la ONU.

"Amenaza directa"

Ha asegurado el ministro que los yihadistas del Estado Islámico cuentan con más de 30.000 combatientes, es un grupo fuerte y que, "de no ser desarticulado", representa "una amenaza para nosotros". Asimismo ha advertido que expande su ideología y métodos crueles desde Asia Central al norte de África, y son "una amenaza directa contra España y contra sociedad abierta y el esfuerzo de tantos años en favor de la estabilidad".

De los 300 militares que desplegará España en Irak, diez años después de su salida precipitada de la coalición contra Sadam Husein, 20 oficiales irán al cuartel general y otros 96 de operaciones especiales se ubicarán en una base situada al sur de Irak. Habrá otro equipo con 95 entrenadores de una brigada del ejército iraquí, que les adiestrarán en materia de explosivos. Y otros 80 militares se integrarán en el mando, control, inteligencia y protección de la fuerza.