España reduce su presencia en Afganistán al nivel más bajo en doce años de misión

En la actualidad, estos 263 uniformados se encuentran repartidos entre la base de apoyo avanzado y el mando regional de Herat, ciudad al oeste del país, donde están 234 militares, y el cuartel general de la ISAF (siglas de la operación de la OTAN) en Kabul, donde están integrados 29 oficiales y suboficiales del Ejército, uno de ellos un guardia civil.

La cifra es menor incluso que el primer contingente que viajó a Afganistán en enero de 2002, un mes después de que el Consejo de Ministros autorizara la participación española. Fue una agrupación de 350 efectivos compuesta por unidades de mando, comunicaciones y apoyo logístico, ingenieros, un equipo de desactivación de explosivos y otro de apoyo al despliegue aéreo.

De forma posterior se incrementó la tropa hasta los 450 militares, pero no sería hasta mayo de 2011, con el Gobierno socialista y Carme Chacón como ministra de Defensa, cuando se llegó al máximo histórico, 1.521 militares acuartelados en Kabul, Herat y Badghis.

En los dos años siguientes, hasta septiembre de 2013, se fueron cerrando los puestos avanzados en Badghis y el número de efectivos fue menguando de forma progresiva. Una vez abandonada esta provincia, cumpliendo el calendario de salida de la OTAN, la dotación se concentró en Herat y Kabul hasta llegar a la cifra actual. En junio pasado regresó la unidad de inteligencia que gestionaba los aviones no tripulados y el destacamento aéreo que contaba con un avión de transporte Hércules.

Nuevas tareas

No obstante, a tan solo cuatro meses de la retirada total de las tropas internacionales de Afganistán, el próximo 31 de diciembre, el Gobierno de Mariano Rajoy mantendrá su contribución humana y material en la nueva misión de apoyo y asistencia al Ejército Nacional Afgano que arrancará en 2015.

Los detalles se conocerán, de forma previsible, en la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN que se celebrará en Cardiff (Gales) los próximos 4 y 5 de septiembre. La oferta española consistirá en mantener la gestión del hospital de la base 'Camp Arena' de Herat, una unidad logística y personal para la gestión del aeropuerto de la ciudad, principalmente controladores. Serían en torno a los 300 militares, aunque si se acaban asumiendo tareas como el perímetro de seguridad de la base o el apoyo en el aeropuerto se requerirá una presencia superior.

Con respecto al hospital con cirugía primaria, los médicos, enfermeros y farmacéuticos españoles atendieron hace unos días al paciente 30.000 en los nueve años de vida del centro. En este tiempo se han realizado además más de 69.000 intervenciones médicas, casi 1.000 operaciones quirúrgicas, 1.547 estancias en UVI y 891 evacuaciones a otros centros hospitalarios por vía aérea. Se atiende tanto a militares como a civiles vinculados a la misión.

A modo de ejemplo, actualmente se encuentra hospitalizado un paciente en cuidados intensivos. Se trata de un civil afgano que por accidente laboral cayó desde los tres metros de altura. Sufrió un traumatismo cráneo-encefálico y ha sido tratado a distancia desde el Hospital Gómez Ulla de Madrid.

Defensa destinó el pasado año a las misiones exteriores 791,2 millones de euros, de los que 434,8 correspondieron a Afganistán. Esta importante cantidad se debió sobre todo al cierre de la base de Qala-i-Nao y a la compleja operación logística de repliegue de material.