Mateo Balín
Miércoles, 9 de julio 2014, 15:06
Belén García, socia de Unifica, la empresa que reformó la sede nacional del Partido Popular y que el juez sostiene que se pagó con dinero de la contabilidad paralela del partido, ha negado hoy que manejara dinero negro o que tuvieran una caja de seguridad ... donde ingresaban los pagos procedentes de la tesorería del PP.
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La imputada por delitos contables, fiscales y falsedad documental ha declarado que la caja de seguridad de Unifica era, en realidad, un depósito para gastos diarios, bolis, galletas, cacharros..., según fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio celebrado en la Audiencia Nacional.
El juez Pablo Ruz, instructor del caso Gürtel y la caja B del PP, le ha preguntado por correos electrónicos internos que le incriminan, pero la acusada se ha salido por la tangente con respuestas curiosas. Las facturas piratas eran de empresas que se retrasaban con el pago, ha dicho; o las menciones a cobros en B serían de dinero en metálico, según han señalado las mismas fuentes.
Asimismo, Belén García, socio del arquitecto Gonzalo Urquijo, imputado en la causa, ha confirmado que ambos se acogieron a la amnistía fiscal del Gobierno para regularizar sus cuentas en el extranjero. Por último, no dio una explicación razonable sobre la coincidencia de un apunte de los papeles secretos de Luis Bárcenas y el ingreso de dinero en su caja de seguridad.
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