La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.

Urdangarin maniobra sin éxito para intentar salvar a la infanta del banquillo

Ofreció ingresar 300.000 euros en una cuenta del juzgado para disminuir la gravedad de los delitos fiscales que salpican a la hermana del Rey

Melchor Sáiz-Pardo

Miércoles, 25 de junio 2014, 03:00

Iñaki Urdangarin, tras dos años y medio de negación, comienza a ser consciente de que nada ni nadie le va a salvar del banquillo de los acusados, pero todavía alberga la esperanza de poder ahorrar ese duro trámite a su esposa. El principal imputado del ' ... caso Nóos' intentó, sin éxito, hace diez días llegar a una suerte de acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción para disminuir la gravedad de los dos delitos fiscales que, a la postre, van a llevar al procesamiento de la hermana del Rey como cooperadora necesaria de esos ilícitos, además del de blanqueo, como planea hacer este miércoles el juez José Castro en su auto de transformación de procedimiento abreviado que pone punto y final a esta ya larguísima instrucción.

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La oferta de Urdangarin para tratar de salvar a la infanta fue realmente exigua, a juicio de fuentes del caso. El cuñado de Felipe VI ofreció depositar, que no pagar, 300.000 euros en la cuenta del juzgado en busca de un primera atenuante de los dos delitos fiscales que salpican a Cristina de Borbón. Se trata de los que cometió Urdangarin por su IRPF en 2007 y 2008, supuestamente con la ayuda de su mujer y de Aizoon, la inmobiliaria fantasma de la que son propietarios al 50% los duques de Palma.

Anticorrupción, explican responsables del proceso, rechazó de plano el ofrecimiento de Mario Pascual Vives, abogado de Urdangarin, ya que la cantidad que estaba dispuesto a desembolsar está muy lejos siquiera del dinero supuestamente defraudado, todo ello sin contar la multa. Según Hacienda, en 2007 Aizoon ingresó 645.453 euros y en 2008 fueron 494.156 euros. Un dinero que nada tenía que ver con la función de la sociedad sino que eran los pagos que Urdangarin recibía como consejero de las empresas Motorpress Ibérica, Aceros Bergara, Mixta África, Pernod Ricard, Havas Sports France y Seeliger y Conde. Unas cantidades que tenía que haber declarado en su IRPF.

La Fiscalía, que recuerda que solo el pago de los más de cinco millones de responsabilidad civil fijada para Urdangarin y su socio Diego Torres podría llevar emparejado algún tipo de atenuante por «reparación del daño», no está dispuesta a retirar bajo ningún concepto la acusación de fraude fiscal contra el cuñado de Felipe VI, por lo que los ilícitos en los que se apoyaría el procesamiento de Cristina de Borbón seguirían siempre en la causa.

Aun así, el interés de Urdangarin por conocer los trámites para depositar dinero en el juzgado y la aceptación relativa de la comisión de esos dos delitos fiscales suponen un cambio notable en su estrategia, que hasta ahora ha negado contra viento y marea haber defraudado a Hacienda. Incluso, hace escasas semanas, había acusado a sus empresas pagadoras de haber sido ellas las culpables de sus irregularidades que ahora estaría dispuesto a reconocer a cambio de que su mujer se quedara fuera del proceso.

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Recursos

Con este panorama, solo la Audiencia Provincial puede salvar a la hermana de Felipe VI del banquillo si acepta el recurso de su defensa contra el auto de transformación de procedimiento abreviado de este miércoles, en el que Castro mantendrá el nombre de Cristina de Borbón. Además de su defensa, la Fiscalía Anticorrupción y, al menos la Agencia Tributaria -representada por la Abogacía del Estado- tienen intención de apelar el procesamiento de la infanta al entender que la responsabilidad de los delitos fiscales fue exclusiva de Urdangarin porque era el duque, sin conocimiento alguno de su esposa, el que usó Aizoon como tapadera de sus fraudes al fisco.

Según informaron fuentes del proceso, Castro, sabedor de esta argumentación de Anticorrupción, hará mucho hincapié en su escrito en el propio interrogatorio de la imputada en sede judicial el pasado febrero. Entonces, ella admitió, al menos en dos ocasiones, saber que Aizoon en realidad fue una sociedad que se creó para camuflar y tributar a un tipo menor el impuesto de sociedades la remuneración que su esposo recibía por el asesoramiento a firmas multinacionales, dinero que tenía que haber declarado en su IRPF.

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La hija menor de don Juan Carlos y doña Sofía, a preguntas del juez, dijo que su marido creó «Aizoon para canalizar sus ingresos profesionales». O sea, para facturar a la compañía «los trabajos profesionales que él realizaba en esa época de asesoramiento, consultoría, eventos deportivos y actos de alto nivel científico deportivo, siempre de carácter deportivo». Cuando Castro le repreguntó si Aizoon se usaba para canalizar «ingresos procedentes de servicios personales de su esposo o ingresos derivados de actividades que producía Aizoon», la infanta insistió: «Entiendo que de sus ingresos profesionales».

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