Pedro Sánchez propone acabar con la inviolabilidad del Rey

El diputado madrileño, que baraja anunciar su decisión sobre el liderazgo del principal partido de la oposición este jueves -sólo un día después de que el Congreso viva una de sus sesiones más relevantes desde 1978 con la votación de la abdicación de Juan Carlos I y la sucesión al trono de Felipe de Borbón-, también se ha mostrado partidario de la libertad de voto a los diputados en debates de esta índole.

Si la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se presenta finalmente al congreso socialista, en el que todos los militantes del partido podrán participar con voto directo el 13 de julio, es probable que Sánchez opte por dar un paso atrás. Aunque tampoco eso parece estar claro. Este lunes ha asegurado en unas declaraciones en el Parlamento que el lema del cónclave debería ser "unidos en el cambio", pero también ha subrayado que la cita con las urnas internas debería servir para que los socialistas salgan fortalecidos "después" y ha asegurado que sus "ganas" siguen siendo las mismas. "Estoy en las quinielas por derecho propio", ha dicho.

Lo cierto es que su propia intervención ante los medios supone un aldabonazo para el partido. Sánchez ha convocado para hacer una propuesta: que, además de permitir a los militantes votar a su secretario general, se creen "cauces de participación de consulta directa a la militancia sobre temas de interés". Y en concreto ha hablado de la reforma de la ley electoral, de los sueldos públicos y de la ley de partidos. "¿Por qué no Monarquía o República? -ha aclarado- Somos un partido constitucional. Por eso, defiendo una reforma constitucional, que tendría más que ver con el modelo territorial".

El diputado madrileño ha insistido además en que no quiere que el PSOE se convierta en un partido "asambleario". Y que la consulta solo tiene sentido para cuestiones clave. A la pregunta de por qué él sólo habla de tres su respuesta es esta: "Tenemos que hablar de lo que habla la calle".