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Paula De las Heras
Viernes, 30 de mayo 2014, 11:08
Un día después de que el grueso de los barones socialistas salieran en tromba, y en una operación concertada, a aclamar a Susana Díaz como la secretaria general que necesita el PSOE, Eduardo Madina ha dado un paso al frente para volver a exigir que ... se dejé votar a todos los militantes. "En las circunstancias actuales, el futuro pertenece al conjunto del partido y no a unos pocos militantes por muy secretarios generales de las federaciones que sean".
Madina, que como Carme Chacón y Pedro Sánchez llevaba tiempo preparándose para concurrir a las innovadoras primarias abiertas prometidas por Alfredo Pérez Rubalcaba, ha insistido en que hay que abrir la participación: "Se ha interpuesto un congreso por el medio y no me voy a cansar de repetir que los militantes tienen todo el derecho a decidir".
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Si el miércoles aseguró que sólo valoraría ser candidato a la secretaria general del PSOE en un congreso que siga la fórmula 'un militante, un voto', esta mañana ha afirmado en la Ser que tiene un "proyecto de transformación histórica" para España y que lo defenderá ante un cónclave abierto. "Un partido del siglo XXI no se puede manejar con un manual de instrucciones del siglo XX", ha defendido.
El que no pone condiciones es el diputado madrileño Pedro Sánchez, el más desconocido de los aspirantes a las primarias finalmente aparcadas. Él ha asegurado que se presentará al congreso independientemente de que se mantenga la fórmula estatutaria de voto delegado -más controlable por parte de los líderes territoriales- o no. Aunque también ha dejado claro que le gustaría más que haya voto individual.
La tercera en discordia, Carme Chacón, seguía reclamando primarias hasta ayer mismo. Ahora se ha dado por vencida, aunque en su deposición no se ha ahorrado la crítica a quien le ganó el 38 Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que lleva dos años y medio culpando de todos los males del partido. Así, ha afirmado en Antena 3 que él ha provocado una "ceremonia de la confusión" que no es buena y que ahora conviene "apostar por una persona que puede tener ese apoyo orgánico y además los votos", o sea, por la presidenta de la Junta de Andalucía.
Mientras, Rubalcaba sigue sondeando el modo de conseguir un acuerdo unánime de todas las federaciones a un congreso en el que los votos de todos los militantes cuenten lo mismo. En público la mayor parte de los barones han asegurado que están a favor. Pero Andalucía no ha dado su sí. Dice que quiere conocer antes la propuesta del aún secretario general.
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