El Gobierno restriega al PSOE su hundimiento electoral en el primer debate en el Congreso

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, utilizó la excusa del debate sobre la reforma de la jurisdicción universal aprobada por los populares, que centró la sesión de control al Ejecutivo, para espetarle a la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, que ustedes hacen una cosa en el Gobierno y otra en la oposición, no les cree nadie, y así están ustedes como están. Ante las protestas de la bancada socialista y los gritos de que el PP y el Ejecutivo también han sufrido un fortísimo correctivo de los votantes, Santamaría respondió irónica, ya les gustaría estar como nosotros.

El rifirrafe se produjo en una sesión de control deslucida por la falta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que está reunido en Bruselas con el resto de los máximos responsables europeos, a la que también falto el todavía jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Justo antes del inicio de las preguntas muchos diputados populares, incluido el presidente de la cámara, Jesús Posada, y la vicepresidenta se acercaron a felicitar al número uno de la lista europea del PP, Miguel Arias Cañete, y algunos socialistas hicieron lo propio, aunque en un clima menos festivo, con la homóloga socialista, Elena Valenciano.

El debate sobre las consecuencias de la reforma de la jurisdicción universal, que entre otras cosas ha provocado ya la excarcelación por parte de la Audiencia Nacional de 43 narcotraficantes detenidos en asaltos a barcos con cargamentos de droga en alta mar, no arrojó novedades. El Gobierno, tanto en boca de Santamaría como del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se ratificó en que no piensa dar marcha atrás en los cambios legales y en que la pérdida de jurisdicción de España sobre determinados delitos no es impunidad porque los jueces y policías españoles pueden denunciar ante las autoridades de los países competentes a las personas y hechos delictivos que crean conocer.

La oposición, en este caso representada por los portavoces de PSOE y UPyD, calificó la reforma de inconstitucional, chapuza e infamia, porque considera que abandona a las víctimas españolas de delitos en el extranjero y da impunidad a autores de crímenes contra la humanidad y a narcotraficantes solo para dar capricho a los jerarcas chinos, que así evitan los procesos contra ellos abiertos en la Audiencia Nacional.

Soraya Rodríguez reclamó al Gobierno que escuche a la Fiscalía, a los jueces de la Audiencia Nacional y a buena parte del Poder Judicial, que le exigen una rectificación inmediata, porque, en caso contrario, su partido presentará un recurso de inconstitucionalidad contra la norma.

La portavoz de UPyD, Irene Lozano, exigió al ministro de Justicia una rectificación inmediata para evitar más excarcelaciones de traficantes y si no lo hace que asuma sus responsabilidades políticas y dimita.