El sueño de Europa, a cualquier precio

Todos estos trucos necesitan la colaboración de alguien, conocido como el 'pasador', y que no es otro que el encargado de ocultar al inmigrante que quiere cruzar la frontera. Muchos de ellos han 'construido' verdaderas mafias que cobran entre 3.000 y 4.000 euros por persona a cambio de la posibilidad de llegar a España.

Los coches -algunos de ellos preparados con auténticos escondites más propios de una película de James Bond- siguen siendo la principal vía de intento de entrada a Europa, pero cualquier solución es válida siempre que el premio sea cruzar la frontera. En los últimos años, la Policía y la Guardia Civil ha encontrado inmigrantes en dobles fondos construidos bajo asientos y maleteros, metidos entre muebles en camiones y furgonetas, en los bajos de autobuses o autocares, dentro del capó de un coche, en la guantera o simulando un asiento delantero. Todos ellos en huecos imposibles, en habitáculos reducidos y sin apenas ventilación, que necesitan la colaboración del 'pasador'.

En Ceuta, la planta de tratamiento de residuos decidió sellar los contenedores de basura que cada día trasladan en barco a Cádiz para su destrucción y que eran el escondite de algunos inmigrantes que buscaban cruzar el estrecho. Además, en el mes de agosto, en Algeciras se pone en marcha la Operación Feriante, con la que se pretende detener a los inmigrantes que, con motivo de las fiestas patronales, entran en España escondidos en los camiones de feria.

Pero si por tierra es un reto peligroso, intentar llegar a Europa por mar es más complicado para el inmigrante. En estos casos, las posibilidades de terminar el intento sin vida son muy grandes, ya que utilizan barcas hinchables, barcos, patines y cualquier vehículo marino que cubra las rutas entre España y el norte de África. La Policía y la Guardia Civil han detectado a inmigrantes ocultos en las hélices de un ferry con la intención de lanzarse al agua y nadar hasta la orilla en cuanto llegara a España e incluso en los últimos días se ha conocido la historia de un inmigrante que fue detenido cuando iba agazapado en los patines de un buque procedente del puerto de Tánger. Todo vale cuando el destino es la libertad.