Los traficantes de droga, un 10 en ingenio

Pero las formas de ocultar la droga ha dejado situaciones insólitas. En 2006 la policía de Texas encontró un bote de Pringles en cuyo interior iban dispuestas perfectas patatas que contenían 168 gramos de cocaína pura. Los traficantes habían conseguido imitar a la perfección la forma original de las patatas. También en comida, esta vez en latas de verduras, un ciudadano estadounidense fue detenido con metanfetamina oculta entre las judías verdes en las 10 latas que transportaba.

Los juguetes también son uno de los sitios más utilizados por los traficantes para ocultar la droga. En el aeropuerto de Chile, la Policía se fijó en un simple triciclo y lo que parecía un inocente juguete de madera acabó siendo un envase para transportar más de un kilo de cocaína en formato líquido que iba escondida en las ruedas de madera.

Otro de los lugares más increíbles para ocultar la droga fue localizado en el año 2006 por la policía de Namibia, donde una joven de 21 años fue detenida en el aeropuerto de Hosea Kutako por transportar droga en polvo metida en cajas de extensiones de cabello. Un caso peculiar fue el que se dio en la cataratas del Niágara en 2008, cuando un hombre fue detenido por vender de forma ilegal objetos religiosos. La sorpresa de la Policía fue mayúscula cuando descubrieron que en lugar de agua bendita, en el interior de las botellas había ketamina.

Los animales han sido otro de los transportes más utilizados para el contrabando de drogas. Una de las más espectaculares se llevó a cabo en 1993, cuando en el aeropuerto de Miami se encontraron 36 kg de cocaína dentro de preservativos escondidos en el interior de 312 serpientes. En Perú el animal utilizado fue un calamar gigante que contenía en su interior, la friolera de 700 kg de droga con destino a México y EE UU, mientras que en Amsterdam fueron escarabajo disecados, los que fueron utilizados en 2007 para introducir droga.

Gonmos y tablas de surf

Entre los objetos más curiosos para ocultar la droga destacan los Gnomos de jardín, que utilizaba una mujer en el aeropuerto de Auckland (Nueva Zelanda) para transportar 3 kilos de cocaína en cada uno de los cuatro que llevaba. Las tablas de surf han sido utilizadas en varias ocasiones como 'envase' para la droga, aunque en Chile fue el alijo más importante al incautar cuatro tablas con un total de 44 kilos de cocaína en su interior.