«El PP se encerró en sí mismo a raíz del 'caso Gürtel'»

- ¿Encontrar el tono del libro fue lo más difícil?

Había varias formas de reflejar las situaciones grotescas. Podía hacer un libro sesudo o con anécdotas para que el lector pudiera sacar sus propias conclusiones con una lectura más digestiva, más ligera. Desde ese punto de vista estoy contenta, he reunido anécdotas de mi trabajo cubriendo la información del Partido Popular y creo que el resultado es entretenido, divertido y un libro con el que se puede pasar un rato agradable.

- Reúne momentos polémicos y casi olvidados, ¿la memoria ciudadana es frágil?

Varias personas me han reconocido que se iban indignando a medida que iban leyendo el libro. El objetivo no era ese. Lo entiendo porque mientras iba escribiendo el libro yo misma me iba cabreando en algún momento, pero seguramente habrá cosas que la gente no recordará o detalles que tienes que dejar fuerza en una pieza para televisión de 40 segundos. Quizá contar la intrahistoria que hay detrás de determinados episodios contribuya a que te enfades mucho más, pero permite meter cosas que en el día a día no te caben.

- Las explicaciones de Rajoy sobre puntos polémicos caben en dos folios, ¿funciona como estrategia de comunicación?

El principal defecto y la mayor virtud de Mariano Rajoy es la misma. Deja escampar los problemas, que se reduzca la presión y que la gente se olvide y eso, como periodista y espectadora me indigna mucho. A él le funciona bien, porque siempre parece que el problema se desinfla y la gente se olvida aunque luego surjan otros problemas, pero es una estrategia muy curiosa, no recuerdo haber visto nada similar. Al mismo tiempo piensas que está improvisado y también que es una estrategia genial o maquiavélica. Las explicaciones que se han dado son muy pocas, nos olvidamos y luego lo vamos padeciendo a medida que surgen nuevos problemas. Por ejemplo, ahora que se ha elegido a Cañete como candidato del PP a las europeas, él mismo ha dicho que no había hablado con Rajoy. No sabemos cuándo va a haber crisis de gobierno ni sabemos cuántos ministros se van a ir. Vivimos instalados en esta estrategia desde hace años.

- ¿Cómo ha cambiado la relación entre prensa y Gobierno en los últimos años?

Cuando Rajoy estaba en la oposición estaba un poco más relajado y era un poco más accesible, pero siempre ha sido más bien escasa. No es una persona que se sienta muy cómoda con los periodistas y prefiere otro tipo de comparecencias como las parlamentarias. Cuando empecé a cubrir PP no tenía con qué comparar y me parecía suficiente, ahora echando la vista atrás veo que era insuficiente. Y a raíz del caso Gürtel, bastante menos.

- De los puntos más polémicos, ¿pensó que alguno podría poner en peligro la legislatura?

En el propio PP decían que cuando salieron a la luz los SMS de Rajoy a Bárcenas el partido se angustió mucho. Días después el discurso era que si Rajoy había sido capaz de sobrevivir a eso, sería capaz de sobrevivir a todo. No sé si ha sido lo más gordo, pero fue un momento duro para el PP y para Rajoy.

- Del cero al 10, ¿qué nivel de desgaste político vive Rajoy?

No lo sé, pero un número alto. Está bastante desgastado, porque a Rajoy se le recuerda entre otras cosas por un montón de frases absurdas que no significan nada: La segunda ya tal, No me consta, Sí, hombre. Le ha creado una imagen que no se ajusta a lo que él en realidad es, porque cuando está con los periodistas se ve que es una persona inteligente y socarrona. La prueba de su desgaste es que aguantó la presión del rescate, algo muy importante, y creo que no lo ha sabido rentabilizar ante la opinión pública. También creo que las cosas pueden cambiar de un día para otro, hoy está desgastado y mañana gana las europeas y cambia la película otra vez.

- Lleva un interrogante tatuado en la muñeca, ¿metáfora de sus dificultades para preguntar en Moncloa?

Me lo hice por mi profesión de periodista y porque para mí es la vida misma. No me di cuenta de la dimensión que tenía y de las pocas posibilidades que tengo de preguntar en Moncloa hasta que mis propios compañeros me preguntaron si me lo había hecho para que me dejaran preguntar. No soy la única, muchos medios pasan semanas sin preguntar, pero en mi caso lo tengo contado. He podido preguntar cuatro veces en dos años y medio, una de ellas por error, porque un compañero me cedió la palabra y, cuando la bedel no soltaba el micrófono la vicepresidenta me dio permiso. Creo que no es casualidad. No sé si la vicepresidenta me castiga a mí por animadversión o porque no le gustan mis preguntas o castiga al medio que represento, pero es un hecho que no puedo preguntar en Moncloa. Afortunadamente tengo compañeros que hacen buenas preguntas y puedo informar.

- ¿Qué panorama político auguras para las próximas generales?

El fenómeno electoral es muy curioso, puedes estar rodeado de personas que ponen a caer de un burro a un partido y luego lo votan. El único panorama político que veo es que Rajoy seguirá. Rubalcaba no lo sé, el PSOE tiene un serio problema de visibilidad y no está sabiendo posicionarse sobre muchos temas, bien porque no lo dicen o porque su mensaje e muy difuso, mientras que otros partidos como IU o UPyD se esfuerzan más por situarse ante el electorado en casi todos los temas. Tiene un serio problema y el resto de partidos se está aprovechando de ello.

- ¿Las etiquetas puedan perjudicarla profesionalmente?

No me preocupan las etiquetas que otras personas me puedan poner. Hoy en día es inevitable que se etiquete a los medios y a nosotros se nos identifique totalmente con el medio con el que trabajamos. Te tratan como si fueras la directora general de La Sexta.

- En el libro describe carreras, codazos e incluso la pérdida de un zapato, ¿el periodismo es un deporte de riesgo?

En general no, pero estar a la entrada de los Comités Ejecutivos del PP lo es algunas veces. Forma parte del PP encerrándose en sí mismo sobre todo a raíz del caso Gürtel y te obliga a intentar sacar una frase al primero que asoma la cabeza entre golpes y nerviosismo. Somos tantos intentando coger las declaraciones de un político que ellos mismos ponen cara de susto porque les paramos en medio de un paso de cebra y reciben golpes; a Gallardón más de una vez le hemos pegado en la cara con las grabadoras y con el micrófono. Es una manera bastante incómoda de trabajar para nosotros y para ellos.

- ¿Le ha enviado un ejemplar a Rajoy?

No le he enviado una copia a Rajoy porque nunca hice este libro ni para que le gustara ni para que le disgustara al Partido Popular. Solo se lo he enviado a los medios que a mi parecer son interesantes y a esas personas que sabía que se iban a alegrarpor lo que me estaba pasando. Si a Rajoy le interesa mi libro, que se lo compre. No me importa si se molesta, pero creo que es imposible enfadarse si se tiene sentido del humor y mente abierta. Entre otras cosas porque nunca he tenido reparos en reconocer las virtudes de las personas que sigo en el PP. Además, en este libro no hay ninguna mentira.