Descubriendo a 'Billy el Niño'

Apodado Billy el Niño, la semana pasada el hombre a quienes trece personas acusan de haber sido su particular pesadilla se sentó ante un juez español, esta vez para estudiar su extradición a Argentina. Parecía un buen momento para que víctimas y verdugo se vieran cara a cara, pudieran mirarse a los ojos cuatro décadas después. Pero, en un hecho aislado, el día antes de la vista pública la Audiencia Nacional emitió un auto por el que se impedía tomar imágenes del rostro de González Pacheco. Llevaba la firma de la presidenta de la Sección Segunda de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, Concepción Espejel. Y se siguió el guión previsto.

El pasado jueves 10 de abril, Billy el Niño accedió a la Audiencia con casco. Dentro de la sala, las cámaras sólo lo captaron de espaldas. Y como llegó se fue, con casco y en moto. No sin antes alzar su mano derecha y hacer un gesto que unos interpretaron como un saludo a los gráficos que aguardaban, junto a las víctimas del franquismo, para inmortalizar el momento. Y otros como un intento de ocultar aún más un rostro que hoy, ahora sí, ve la luz.

Porque, y pese a que Antonio González Pacheco alega la importancia de mantener su cara oculta por las amenazas que en su día recibió de los Grapo y la juez Espejel respalda su petición con la argumentación de que no se trata de un personaje de relevancia social, Billy el Niño no puede borrar su rastro público. Y más teniendo en cuenta que es un asiduo a las pruebas atléticas de veteranos. De ahí que, con apenas unos golpes de clics, se acceda a la imagen de este exinspector de Policía que en octubre cumplirá 68 años. La imagen que acompaña esta información es la foto de carnet que ilustró la ficha federativa de Antonio González Pacheco la temporada pasada. Este año, en cambio, quizás para preservar su imagen, no ha renovado la licencia, lo que no le priva de competir como federado en competiciones nacionales e internacionales, no así en pruebas populares.