Rosalía Iglesias: «Arenas y Rajoy nos dijeron que todo seguiría igual»

O lo que es lo mismo, que a pesar de abandonar la tesorería y el escaño, el imputado iba a seguir manteniendo su sueldo a cuenta del PP, su coche oficial, su secretaria y su despacho oficial en la sede de la calle Génova.

Aquella reunión, según dijo en su momento Bárcenas, fue en el despacho del propio Mariano Rajoy. En ese mismo encuentro, el extesorero culpó de toda su situación a Dolores de Cospedal. "¡Me están machacando! O le paras los pies a esta tía o te quedas sin secretaria general (...) La única irregularidad que yo he cometido en estos años, en esta casa, ha sido por esta señora", le espetó al actual presidente del Gobierno.

Al margen de este episodio, Rosalía Iglesias aprovechó su comparecencia para, una vez más, hacerse pasar por la mujer ignorante de todo, que dejaba en manos de su marido las gestiones económicas, que firmaba sin mirar todo lo que le daba su esposo, que nunca preguntaba por las cuentas de Suiza aunque viajara al país helvético con Bárcenas para hacer ingresos y que jamás repasó siquiera la declaración de hacienda.

Y sobre todo, Iglesias quiso presentarse como víctima, hasta el punto de denunciar durante su declaración que el embargo de sus cuentas le está obligando a vivir con 300 mensuales y que ha tenido que pedir ayuda a su madre y a su hermana para poder llegar a fin de mes. No explicó sin embargo cómo hace con esos 300 euros mensuales para pagar, entre otras cosas, al chófer y a la asistenta que todavía trabajan para ella.