Fernando Reinares, en un reciente acto en el que participó en su tierra, La Rioja. La Rioja

Fernando Reinares

«El 11-M supuso un fallo policial y de los servicios de inteligencia»

El catedrático, que publica libro ante el vigésimo aniversario del 11-M, subraya que España era eficaz en la lucha contra el terrorismo, pero el de ETA

Ander Azpiroz

Madrid

Lunes, 4 de marzo 2024, 00:02

Fernando Reinares, catedrático de Ciencia Política y Estudios de Seguridad en la Universidad Rey Juan Carlos e investigador asociado distinguido del Real Instituto Elcano, publica con motivo de los 20 años del ataque yihadista en Madrid '11-M. Pudo evitarse' (Galaxia Gutenberg).

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-Usted sostiene ... en su libro que los atentados pudieron haberse neutralizado. ¿Qué falló?

-Hubo un fallo policial y de coordinación policial. Los principales terroristas del 11-M eran conoci­dos de antemano en distintas unidades de las Fuerzas y Cuer­pos de Seguridad del Estado, que si­guieron a buen número de ellos durante los dos años precedentes. Pero las deficiencias y el mal funcionamiento de otras instituciones del sistema espa­ñol de lucha contra el terrorismo dificultaron que el Cuerpo Nacional de Po­licía y la Guardia Civil, o ambos cuerpos en coordinación con el servicio español de Inteligencia, que por cierto estuvo desenfocado respecto a la naturaleza de la amenaza, frustraran las intenciones de los terroristas. El 11-M supuso un fallo policial y de Inteligencia favorecido por una legislación inadecuada. Incluso ocurrió un desatino judicial que reforzó a los terroristas del 11-M.

-Asegura también que por aquel entonces los servicios antiterroristas españoles eran de los mejor preparados de Europa tras décadas de lucha contra ETA.

-España contaba, cuando ocurrieron los atentados del 11-M, con unos servicios antiterroristas muy desarrollados y eficaces. Pero muy desarrollados y muy eficaces en la lucha contra el terrorismo de ETA. Las cosas no eran iguales en la lucha contra el terrorismo directa o indirectamente relacionado con Al Qaeda. Era un terrorismo relativamente nuevo, con fórmulas dispares de articulación organizativa, cuyos activistas no se denenvolvían de un modo similar y hablaban idiomas distintos al castellano o al euskera, que desarrollaba dinámicas operativas propias y que atentaba con propósitos diferenciados. Además, aunque en el Centro Nacional de Inteligencia contemplaron la posibilidad de que un yihadista excarcelado por error en 2002 estuviese preparándose para atentar en suelo español, la Policía no consideró realmente algo así.

-¿Cómo pudo formarse una célula yihadista durante años sin ser detectada?

-Por sorprendente que parezca, el conocimiento policial sobre buena parte de los terroristas del 11-M se remontaba a cuatro o más años antes de los atentados de Madrid. Y es que estaban vinculados a una célula que Al Qaeda estableció en España en 1994 y que fue desmantelada en noviembre de 2001, en la llamada Operación Dátil. Entonces se detuvo a la mayoría de sus miembros, pero no a todos. Los funcionarios policiales dedicados al terrorismo internacional continuaron investigando durante 2002 y 2003 a los que no fueron detenidos y seguian en Madrid, para acumular la suficiente evidencia incriminatoria que permitiera detenerlos. Pero no imaginaron que estaban preparándose para cometer atentados. Los terroristas del 11-M fueron notablemente hábiles a la hora de ocultar los auténticos propósitos de sus movimientos.

-El expresidente Aznar aseguró en la comisión de investigación del Congreso que «los que idearon el 11-M» no estaban ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas«. ¿Fue así?

-El ideador e instigador del 11-M fue un yihadista marroquí que se encontraba en Pakistán pero había residido durante años en Madrid. Esto es algo corroborado documentalmente y en mi libro se ofrece la evidencia que lo prueba.

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-Hace una reflexión que pone los pelos de punta. Los terroristas no se inmolaron el 11-M porque su objetivo era vivir para seguir matando.

-Así es. Los terroristas del 11-M no fueron suicidas sencillamente porque no habían completado sus planes, que iban más allá de marzo y se extendían a otros lugares de España. Baste con recordar que apenas tres semanas después de los atentados de Madrid intentaron hacer descarrilar un tren de alta velocidad entre Ma­drid y Sevilla, entonces con capacidad para algo más de tres­cientos pasajeros, a su paso por la provincia de Toledo. Además, por diversos escritos que algunos de los terroristas dejaron tras de sí, sabemos que tenían la intención de completar sus planes convirtiéndose en lo que ellos definían como mártires.

-¿Están 20 años después las fuerzas de seguridad preparadas para evitar un nuevo 11-M?

-Las fuerzas y cuerpos de seguridad, al igual que el servicio de Inteligencia, están hoy óptimamente capacitadas para hacer frente a la amenaza yihadista. Y su progresiva adaptación ante los retos que plantea el terrorismo yihadista explica que durante más de una década después del 11-M no se produjeran nuevos atentados en España. Pero lo ocurrido en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017, como lo ocurrido después en Cornellá, Torre Pacheco y Algeciras, debe hacernos reflexionar tanto sobre la posibilidad de introducir sucesivas mejoras en la lucha contra el terrorismo yihadista como sobre la imposibilidad de desbaratar absolutamente todos los atentados en preparación, más aún cuando las expresiones posibles del terrorismo yihadista son tan variadas como en la actualidad.

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