Ignacio Tylko
Miércoles, 9 de julio 2014, 01:27
Joachim Löw es un tipo mesurado. Compareció muy serio. Desde luego, su semblante no reflejaba la satisfacción de haber logrado un triunfo histórico. La procesión iba por dentro pero su pragmática y fría mentalidad alemana le animaban a pensar ya más en la final que ... en el éxito ante Brasil.
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Hemos experimentado grandes emociones durante este partido ante Brasil, pero pienso que debemos empezar a olvidarlo y pensar en la final. Ha sido fantástico, nos sentimos realizados y estamos extremadamente orgullosos de lo conseguido pero el Mundial aún no ha acabado, analizó el seleccionador de la Mannschaft.
Apeló a la cautela a la hora de analizar lo que supondrá el 1-7 de Belo Horizonte de cara a la final del 13 de julio en Maracaná.
Una cosa es este partido y otra la final. Será un contrario diferente, seguro que de gran calidad, y seguro que no marcamos tres goles tan rápido. Ante Brasil tuvimos algo de suerte y debemos ser humildes y preparar bien la final.
No recuerdo un partido igual en el torneo o en un Mundial pero hay que ponerlo en su justo contexto. Imagino lo que Scolari, sus jugadores y el país anfitrión sienten. Era una gran presión para ellos porque conozco lo que suponía para Alemania el Mundial que jugó en casa en 2006 y donde también caímos en semifinales.
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