En el nombre de Radamel

En ausencia de Radamel Falcao, el killer que no consiguió recuperarse de una grave lesión en la rodilla izquierda, el maestro James se ha transformado en el goleador inesperado de un equipo que ha escrito con letras de oro una página de la historia de Colombia.

Hasta ahora, la mejor clasificación de los cafeteros eran los octavos de final de Italia90, donde el combinado de Pacho Maturana cayó ante Camerún por 2-1 en el San Paolo de Nápoles. Los dos goles de Roger Milla tumbaron a los colombianos en la prórroga.

Casi un cuarto de siglo después, a Jamés Rodríguez ya se le considera el mejor heredero de los Valderrama, Leonel Álvarez o Freddy Rincón. La FIFA lo eligió mejor jugador del torneo en la primera fase y, como es lógico, la estrella del choque que abrió la ronda de octavos ante los charrúas en Maracaná. Su golazo, tras parar con el pecho y enganchar una espectacular volea sin dejar caer el balón, es el mejor del campeonato.

El enganche de 22 años recibió encendidos elogios de los seleccionadores. El uruguayo Óscar Tabárez dijo de él que ya es uno de los grandes cracks mundiales, y citó a Maradona, Messi o Luis Suárez como otras estrellas que también poseen ese don innato del pequeño y hábil jugador nacido en Cucuta, muy cerca de la frontera con Venezuela. Cuando le correspondió hablar a José Pekerman, el alabado técnico argentino que conduce con gran éxito a Colombia, confesó estar boquiabierto con el rendimiento del 10.

Lo que está haciendo Jamés en este Mundial es impresionante. Técnicamente siempre ha sido bueno pero ha crecido muchísimo en términos de aplicación táctica, participación en el juego colectivo y remate. Pekerman fue entrenador de varias selecciones del fútbol base argentino en las que conoció a jugadores como Riquelme y Messi, y por eso su opinión tiene gran calado y consideración.

Lo más sorprendente es que a pesar de su corta edad no tiene ningún problema en asumir la responsabilidad en el campo. Realiza con gran naturalidad cosas que la mayoría de jugadores llevan años intentando aprender, reflexiona Pekerman.

Precoz

James Rodríguez siempre fue precoz. Con 14 años ingresó en el equipo principal de Envigado. Emigró con 17 años y debutó en Banfield y se convirtió en el extranjero más joven en hacer un gol en el campeonatoargentino. En el año siguiente ayudó a El Taladro, apodo de este club bonaerense, a conquistar el torneo de Apertura y logró ser el extranjero más joven que alzaba la la copa. Con 19 años fue traspasado al Oporto, donde en la campaña 2011-2012 le eligieron jugador revelación de la Liga lusa. Y hace un año el Mónaco desembolsó 45 millones de euros para contratarlo.

James tiene condiciones de poder ser el mejor jugador de la historia de Colombia, afirma Faustino Asprilla, otro de los destacados de la hasta ahora mejor generación cafetera. Las alabanzas no hacen perder la cabeza a James, que mantiene esa carita de niño tímido que nunca ha roto un vaso, aunque tiene loquitas a las jóvenes colombianas.

Los elogios me llenan de orgullo, y más viniendo de estos grandes entrenadores y de jugadores históricos. Estoy muy feliz porque las cosas están saliendo bien y estoy haciendo goles, pero lo más importante es que el equipo quiere seguir haciendo historia. Sólo quiero ayudar a mi país a ganar, a llegar lo más lejos posible, afirma James.

Vamos a por Brasil

Con la misma personalidad y desparpajo que muestra dentro del campo, lanza un recado a Brasil, que pasó de la agonía al éxtasis al superar por penaltis a Chile, y se medirá a Colombia el 4 de julio en Fortaleza. Brasil es fuerte y tiene grandes jugadores. Jugaremos con mucho cuidado ante ellos, pero nosotros también tenemos nuestra historia y vamos a salir a por ellos. Palabra del mejor jugador del Mundial, que en estos momentos se acuerda de Falcao, su amigo y compañero en el Mónaco y al que hace partícipe de los éxitos. A Radamel lo quiero mucho y sabe que lo estamos echando mucho de menos porque es un jugador muy importante dentro y fuera del campo. James está de moda y los grandes de Europa ya le lanzan sus redes.