Luis Suárez pide perdón a Chiellini y se compromete «públicamente a que nunca volverá a ocurrir»

Desde que fue sancionado ha estado descansando en su casa de Montevideo «sin haber querido interferir en el buen hacer de la selección» y ante las incesantes muestras de cariño, ha salido al balcón de la vivienda junto a sus hijos Delfina y Benjamín para saludar a los seguidores que rodean su vivienda, que le aclaman con cánticos y consignas. Se había rumoreado, según el diario O Estado de Sao Paulo citando fuentes oficiales de documentos filtrados desde FIFA, que negaba el mordisco argumentando que «después del impacto, que me hizo juntar las rodillas, perdí el equilibrio y caí sobre él».

Esa falta de arrepentimiento por su acción lo que unido a su historial previo en este tipo de acciones y su expulsión ante Ghana en el último Mundial, en una roja que fue entendida como un gesto de muy poco fair play, habían influido en la sanción. Suárez, ahora pretendido por el Barça, está a la espera de que prospere el recurso preparado por sus abogados y de que el Barcelona pueda avanzar en su fichaje ya que está decidido a abandonar el Liverpool.

El uruguayo ha realizado esta carta, fechada a 30 de junio de 2014, con la idea de negar esas «declaraciones contradictorias que se han producido durante estos días», que le perjudican en la búsqueda de una rebaja de la sanción deportiva que le complica su futuro.