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Luismi Cámara
Lunes, 16 de junio 2014, 00:56
Ghana y Estados Unidos se estrenaron en el Mundial en una Natal declarada zona catastrófica por los corrimientos de tierra y las inundaciones ocasionadas por las lluvias torrenciales caídas en los últimos días sobre la ciudad brasileña. Sin embargo, el encuentro se disputó sin problemas ... en un terreno de juego en excelente estado, como esperaban las autoridades locales, y ante la atenta mirada de Joe Biden. Más que por afición hacia el deporte rey, el vicepresidente norteamericano aprovechó el evento futbolístico como excusa para viajar a Brasil y suavizar las críticas y volver a estrechar vínculos con el gobierno de Dilma Rousseff tras el escándalo por las escuchas ilegales que desveló Edward Snowden el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).
Ghana Kwarasey, Opare, Mensah, Boye, Asamoah, Rabiu (Essien, min. 71), Muntari, Atsu (Adomah, min. 77), André Ayew, Jordan Ayew (Kevin Prince Boateng, min. 59) y Gyan.
EE.UU Howard, Johnson, Cameron, Besler (Brooks, min. 45), Beasley, Beckerman, Bedoya (Zusi, min. 77), Jones, Bradley, Dempsey y Altidore (Johannsson, min. 22).
Árbitro Jonas Eriksson (Suecia). Mostró tarjeta amarilla a Rabiu y Muntari
Goles 0-1
Incidencias Partido correspondiente al Grupo G disputado en el estadio Das Dunas de Natal.
Sobre el césped, los dos equipos afrontaban el choque con la ilusión de convertirse en la alternativa a Portugal para acompañar a Alemania hacia la siguiente fase, sobre todo, tras la paliza recibida por Cristiano Ronaldo y compañía en el duelo entre los dos europeos del Grupo G, uno de los más complicados del torneo.
Los de Jürgen Klinsmann tenían el acicate de vengarse de su verdugo en los dos últimos mundiales y la intención de mostrar que el soccer es un deporte creciente en el país en el que el fútbol significa otra cosa. Eso sí, contaban con el inconveniente del malestar causado por la polémica desatada por la decisión del técnico alemán de descartar a Landon Donovan y las posteriores burlas del hijo del entrenador sobre el mejor jugador de la historia de Estados Unidos.
Además, la selección de EE UU contó antes del partido con una inesperada ración extra de motivación, al recibir un mensaje de apoyo del presidente Barack Obama poco antes de saltar al campo. «Enseñad al mundo de qué estamos hechos», arengó a sus compatriotas Obama.
Con todos estos estímulos positivos, los americanos comenzaron el encuentro como motos y sólo tardaron 29 segundos en lograr su primer gol. Con una brillante jugada personal, Dempsey consiguió el quinto tanto más rápido en la historia de los Mundiales tras los de Sukur en 2002 (11 segundos), Masek en 1962 (15), Lehner en 1934 (25) y Robson en 1982 (28).
Era imposible empezar mejor. Y peor. Porque Ghana se encontró con la necesidad de remontar cuando aún no había roto a sudar. Pero el cuadro dirigido por Kwesi Appiah es el mejor representante del continente africano en Brasil y tenía que demostrarlo. Comenzó a asumir el mando del partido, a subir la intensidad del choque y a irse hacia adelante para crear ocasiones, sobre todo, de la mano del incisivo y eléctrico Asamoah Gyan. Mientras, los americanos se desgastaban en la defensa e intentaban salir al contragolpe con escaso acierto. El descanso fue un alivio para ellos.
Insiste Ghana
La segunda parte comenzó como acabó la primera, con los africanos afinando el punto de mira, de nuevo liderados por Gyan, Muntari y Atsu. Los minutos pasaban y Howard veía cómo los suyos se iban amontonando cada vez más atrás ante el empuje de las Estrellas Negras, que acumulaban ocasiones. Estados Unidos sacaba algún ramalazo ofensivo entre tanto sufrimiento y trabajo defensivo.
Pero tanto insistió Ghana que finalmente encontró su recompensa en el minuto 82 con el gol de André Ayew en una preciosa jugada en la que remató el gran pase de tacón del omnipresente Gyan.
Y cuando los africanos ya pensaban en dar un último zarpazo que les diera la victoria, en un córner perdido a favor de Estados Unidos Brooks remató libre de marca para tirar por tierra todos los intentos de remontadas del rival sin dejarle apenas capacidad para reaccionar.
Así, pese a los esfuerzos ghaneses, a Estados Unidos le bastó con el arreón inicial de Dempsey, el espíritu colectivo, el efectivo trabajo en defensa y un chispazo de suerte para romper su mal fario con Ghana y cumplir con la petición de su presidente de enseñar al mundo de qué están hechos.
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