Ignacio Tylko
Lunes, 16 de junio 2014, 00:43
Alemania se sometió a una cirugía estética con Joachim Löw pero mantiene ese perfil contundente, consustancial a su historia machacona. Como demostró ante una Portugal paupérrima, sin estilo, con Cristiano Ronaldo muy mermado y Pepe de nuevo con los cables cruzados, la maquinaria teutona es ... capaz de arrollar sin revolucionar ese motor fiable, robusto, compacto y de calidad.
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Las prestaciones de la Mannschaft son extraordinarias. Se presentó a la una de la tarde hora local en la sauna de Salvador de Bahía con un estilo muy similar al de esa España que siempre encandiló a Löw. La apuesta le salió redonda, con un triplete de Müller, el primer de esta Copa del Mundo, pero sorprende ver a los germanos jugando sin un ariete clásico, ya que toda la vida se han caracterizado por disponer de tanques. Ante los lusos Klose se quedó fuera y jugaron con Özil escorado en la banda derecha, donde no disfruta el exmadridista y estuvo tan ramplón que acabó reemplazado, Müller de nueve mentiroso y Götze partiendo desde la izquierda. Con Schweinsteiger tocado, Lahm ejerció de mediocentro, donde más le ha empleado Guardiola este curso en el Bayern por su indiscutible inteligencia táctica, hasta que fracasó en el duelo de ida de semifinales de Champions en el Bernabéu. Khedira fue titular pese a su poco recorrido tras grave lesión de rodilla, ya que Löw lo considera indiscutible por su condición de bos to box. Kroos ponía la magia.
Alemania Neuer, Boateng, Metersacker, Hummels (Mustafi, min. 72), Hoewedes, Lahm, Khedira, Kroos, Özil (Schurrle, min. 62), Müller (Podolski, min. 81) y Götze.
Portugal Patricio, Joao Pereira, Bruno Alves, Pepe, Coentrao (Andre Almeida, min. 64), Veloso (Ricardo Costa, min. 46), Moutinho, Meireles, Nani, Hugo Almeida (Eder, min. 27) y Cristiano Ronaldo.
Árbitro Milorad Mazic (Serbia). Expulsó con roja directa a Pepe (min. 38). Amarilla a Joao Pereira.
Goles 1-0
Incidencias La canciller alemana Angela Merkel presidió desde al palco del estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía este partido de la primera jornada del grupo G.
Los lusos de Paulo Bento no cesaron de pegarse tiros en el pie. Uno detrás de otro. Comenzaron con ganas, pero su actuación fue calamitosa. Cristiano Ronaldo arrastra esa tendinitis de rodilla que le destroza el cuerpo y la mente, pero trató de marcar territorio con un par de arrancadas y un disparo que se fue a las manos de una bellísima espectadora.
Mensaje baldío
Aunque Jerome Boateng no es feliz de lateral derecho, fueron fuegos de artificio del crack de Madeira, que antes había lanzado un mensaje de ánimo a sus compañeros parafraseando al papa Francisco. Nadie vence solo ni en el campo ni en la vida. Comienza la epopeya, seremos mucho más que diez millones. Pasión, emoción, creencia y determinación. ¡Fuerza Portugal!, expuso a través de las redes sociales. No le hicieron caso.
Durante el choque, se fue desesperando, hasta rodear al árbitro por no pitar un posible penalti a favor, ya con 3-0 en contra. No se siente bien pero se ve impotente rodeado de compañeros de un nivel muy discreto y capaces de tirar el partido con un penalti pueril del valencianista Joao Pereira y una expulsión absurda de Pepe. En su día más nefasto de los últimos tiempos, los lusos lloraron también las lesiones de Hugo Almeida y Coentrao.
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El primer regalo no lo aprovechó Khedira porque lo suyo no es precisamente la técnica. Pepe se la cedió a Rui Patricio, que falló en el pase a Veloso. El balón le llegó franco al jugador del Real Madrid, pero lanzó fuera desde la frontal. El segundo presente acabó en penalti. Götze se internaba rodeado de piernas pero Pereira lo agarró y el árbitro serbio lo vio. Müller se mostró certero.
Y el tercer obsequio le envolvió Pepe. Tras dejarle el brazo a Müller, que teatralizó, el central tuvo la ocurrencia de irse hacia el alemán, sentado sobre el césped, recriminarle su falta de deportividad y ponerle la cabeza junto a la suya. La expulsión fue injusta pero la tontería de Pepe, como la de Diego Costa frente a Holanda, es grosera, impropia de un jugador de élite. Se confundió y puede costarle el Mundial porque la FIFA es implacable. Con Portugal no le van a permitir las acciones macarras que siempre le han caracterizado y que, guste o no, con frecuencia quedan impunes en el Real Madrid. Los lusos no son precisamente una gran potencia y los alemanes, sí. Y los escudos y los galones marcan diferencias en el fútbol y en la vida.
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A ritmo lento, con pausa, sin el mínimo desgaste, Alemania ya había sentenciado antes tras un saque de esquina. Kroos la puso templada y Hummels entró con enorme poderío y mostró las miserias de Pepe y Bruno Alves. Tras el descanso, Alemania tuvo compasión y lamentó también la lesión de Hummels.
Más por inercia que por intención, llegó el tercero del oportunista Müller. Falló Rui Patricio, fiel a la tradición de irregulares porteros de Portugal, huérfano también de grandes arietes. La esperada cita deja damnificados y la reivindicación de Müller, una estrella difuminada durante un curso en el que no gozó de la plena confianza de Guardiola. Los teutones pisan fuertes, aunque reclaman más participación y compromiso al intermitente Özil, y los portugueses deben hacérselo mirar. Las broncas de Cristiano a sus compañeros no son casuales, ni tan siquiera coyunturales.
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