El periodo triunfal de España comenzó vestida de blanco

Pese a que aparentemente el naranja y el negro no deberían confundirse, la normativa FIFA recomienda que ambas selecciones tengan tonalidades distintas de camisetas... incluso en una televisión de blanco y negro. Una clara y otra oscura. Usando el artículo 35.2 del reglamento del Mundial, FIFA entiende que España no presenta dos equipaciones que cumplan con la norma: una en la que predomine un color oscuro y otra de tonalidad clara para que se pueda ver en todo tipo de dispositivos. Algo parecido le pasó a Osasuna en una eliminatoria ante el Bayer Leverkusen; ninguna de sus tres equipaciones era apta y tuvo que crear una blanca de modo express.

Por tanto, Adidas trabajó a contrarreloj para idear una camiseta clara y y no le valía la azul celeste, usada en la Euro 2012 FIFA dijo que España debía jugar de blanco y Holanda lo hará de azul. Es una norma que en ocasiones provoca inconvenientes en función del tono de las camisetas. Por ejemplo, en la final de Sudáfrica hace cuatro años España lució la equipación azul ante la naranja eléctrica de Holanda y a la organización le sirvió. La camiseta blanca, con la que no se contaba, en principio, no saldrá a la venta.

Muchos han recordado estos días que a la selección ese color blanco no le trae suerte y que incluso podría considerarse gafe, ya que fue eliminada en tres grandes torneos cuando la usó. La más recordada, en Estados Unidos ante Italia cuando Luis Enrique fue la imagen de la desolación española con una elástica manchada de sangre tras el codazo de Tasotti en la prolongación. En ese torneo, se usó ante Bolivia y se produjo un triunfo por 3-1 con doblete de Caminero y uno de Guardiola de penalti. Volvió a suceder cuatro años más tarde, en Francia. España la utilizó en el estreno ante Nigeria y cayó por 3-2 ante los africanos pese a que se adelantó en dos ocasiones con tantos de Raúl y Hierro. El equipo de Clemente no logró vencer a Paraguay y terminó eliminado pese a golear a Bulgaria (6-1).

El último recuerdo negativo con esa camiseta llegó hace una década en la Euro 2004, cuando tras vencer a Rusia y empatar con Grecia, la selección llegaba con la obligación de sacar un punto ante la anfitriona pero cayó derrotada con un gol de Nuno Gomes. Los futbolistas le han restado importancia a los precedentes. «No creo en esas cosas. La suerte hay que ganársela. Nos sentimos bien con cualquier camiseta», dice con una sonrisa Javi Martínez. Uno de los más jóvenes es aún más tajante: «Si lo damos todo, seguro que ganaremos el color que sea. Nos tiene que dar igual. Los que jugamos somos nosotros, no la camiseta», afirmó Koke.

Albiol estaba allí

Ellos no recuerdan que hubo un precedente de gran recuerdo para 'La Roja', y que muchos consideran el día que empezó el periodo triunfal de la selección: el 1-3 de Aarhus. El partido será recordado por el gol de Sergio Ramos que se gestó tras más de 28 toques en poco más de un minuto. Muchos consideran ese tanto como el germen de la actual selección.«Vamos a intentar imponer nuestro juego sabiendo que sumar los tres primeros puntos es clave. El color de la equipación nos da lo mismo, blanco, rojo, que negro», dice uno de los pocos supervivientes de aquella noche. Esa noche del 13 de octubre de 2007, también en parte debido a las bajas de gente como Villa, Torres, Senna o Puyol, Luis Aragonés apostó por un 4-1-4-1 para buscar un triunfo clave para que España pudiera estar en la Euro 2008. Y ahí estaba, entre otros campeones del mundo, Raúl Albiol.

Tras dos derrotas consecutivas ante Irlanda del Norte y Suecia, la selección ya no tenía margen de error. Estaba obligada a ganar todos sus partidos para intentar al menos la repesca y el rival era Dinamarca. Con Tamudo en punta y todos los 'jugones' juntos realizó uno de sus mejores encuentros, culminado con un espectacular tanto de Sergio Ramos tras más de un minuto de toques consecutivos. Jugaron Casillas, Sergio Ramos, Marchena, Albiol, Capdevila, Joaquín, Xavi, Albelda (Pablo, min. 63), Iniesta, Cesc (Luis García, min. 78) y Tamudo. Es por ello que gente como Cesc, Casillas, Ramos, Iniesta o el propio Albiol no creen en gafes de colores.