Leo Messi: «Ojalá que pueda jugar con Neymar la final»

El capitán de la selección argentina confiesa que "hay muchas ganas para este torneo, creo que aprendí lo que hice mal en las ediciones anteriores para no volver a repetir los errores. No tengo dudas de que hay mucha ilusión, con un grupo que está muy sólido y no pierde hace bastante. Perdemos poco y cuando perdemos lo hacemos jugando bien o no mereciéndolo".

Unas palabras con las que pretende animar a su afición, que en los dos últimos mundiales cayeron en cuartos de final. Messi recuerda su primer Mundial, en Alemania 2006, como algo "hermoso por ser la primera experiencia en el torneo, pero después de ser eliminados fueron muy injustos conmigo, porque esa selección había jugado muy bien. Decían que no me había dolido la derrota y eso no fue así".

Dos Messi diferentes

Sobre el último Mundial, el disputado en Sudáfrica en 2010, Messi ha hablado sobre su relación con el entonces seleccionador, Diego Maradona: "Nos llevábamos muy bien, él tiene una forma de comunicar las cosas que es especial. Era uno más. A veces es más fácil limpiar a un técnico que a los jugadores, que fuimos los verdaderos responsables de la eliminación".

Por último, Messi desvela en la entrevista que no se parece en nada el jugador a la persona, ya que cuando entra a la cancha sólo piensa en llevarse el triunfo: "No me parezco en nada a la persona que soy en mi casa. A mí me gusta ganar y si me tengo que pelear o discutir para lograrlo, lo voy a hacer". "Uno cuando entra a la cancha se transforma", afirma el argentino, que debutará el domingo en el Mundial de Brasil en el duelo ante Bosnia.