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Madrid
Viernes, 4 de septiembre 2020, 01:19
Todos los días vemos o nos cruzamos con algún percance en carretera producido por una distracción, una mayor densidad del tráfico o incluso provocado por un kamikaze, y más en períodos del retorno de vacaciones o por la vuelta al cole. Es más, los atascos ... son una situación más que engorrosa, y más si termina en accidente.
Concretamente, un atasco se produce cuando un número de vehículos que llegan a un determinado punto se acerca o supera la capacidad de la vía. Cada carril de una autovía tiene una capacidad para que circulen un máximo de 2.000 vehículos/hora (con dos carriles en el mismo sentido, serían 4.000 vehículos/hora). Cuando el número de vehículos se acerca a ese máximo, comienzan los primeros frenazos: de hecho, a partir de 1.700 vehículos/hora, cualquier maniobra o desplazamiento lateral, provoca una caída brusca en la velocidad de marcha. Los coches circulan a menor velocidad, muy cerca unos de otros, lo que favorece que cualquier toque al freno multiplique su efecto a lo largo de la retención. De hecho, cuando el número de vehículos que acceden a la vía es igual o superior a su capacidad máxima, esta capacidad se «reduce» cerca de un 20-25%.
Y ahí, cuando, por un atasco o una retención, se produce un frenazo brusco, algunos conductores «no son capaces de detener sus vehículos y golpean al último de la retención (alcance). A veces, esto ocurre con la suficiente fuerza como para que éste se desplace y golpee al anterior y así sucesivamente en lo que se llama efecto dominó, como las fichas del popular juego de mesa», detallan desde la Dirección General de Tráfico (DGT).
Ante frenazo brusco y circulación densa, se pueden producir colisiones múltiples por alcance, el #EfectoDominó. ¿Sabes cómo evitarlo? Manteniendo la #distancia de seguridad y la #velocidad adecuadas a las circunstancias.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 26, 2020
👉 https://t.co/t5z1sIvcRg#MejorMásDespacio 💟 pic.twitter.com/5dwjFdja3g
Incluso subrayan que «el riesgo de no dejar la adecuada distancia de seguridad con respecto al vehículo precedente es éste: podemos no tener espacio suficiente para frenar sin alcanzar al vehículo anterior y causar lesiones y daños en vehículos y ocupantes. De hecho, el latigazo cervical suele ser muy habitual en estos alcances traseros».
¿Cómo evitarlo? Manteniendo siempre la distancia de seguridad y velocidad adecuada a las circunstancias.
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