Paseo en clásico o alquilar un deportivo: los mejores planes para San Valentín

De hecho, os ofrecemos algunas ideas para sorprender a tu pareja en un día tan especial, utilizando el coche como complemento perfecto para otro plan como acudir a una cena romántica en un coche clásico, por ejemplo.

Se puede alquilar una limusina para llegar a una cena especial. Cualquier mujer sueña con el final de Pretty Woman, cuando el galán de la película acude a buscar a su amada saliendo por el techo solar de un vehículo. Así que ponte tus mejores galas, compra una bonita rosa y acude en limusina a buscar a tu novia. Pero, ¿dónde alquilar este tipo de vehículos? Hay múltiples opciones en internet. Por ejemplo, si eres de Madrid, podrás acudir a 'Limusinas Dream Cars'. Por 150 euros te llevarán a la puerta de tu amada para daros un paseo y, después, acabar la velada en un restaurante de Madrid. Sin duda, un plan más que interesante.

También puedes alquilar un coche clásico para acudir a una cena o a otro plan romántico, como con la limusina, pero con otro estilo. Alquilar un coche clásico para acudir a la boda es muy frecuente, pero no necesariamente tiene que ser sólo para plantarse en el altar con tu pareja, también puede ser una sorpresa que ayude a hacer más especial tu plan principal, una cena, una escapada, etc.

Y como no todos los días es posible disfrutar de un Ferrari o un Lamborghini, que tu pareja pueda conducir un vehículo de esta categoría seguro que es un sueño por cumplir. Alquilar un vehículo de estas características puede costar entre 600 y 1.000 euros el día completo, un precio quizás algo alto, pero… un día es un día. Aun así, si quieres pasar San Valentín con tu pareja y un coche de alta gama, Rentbull es una web donde obtener este servicio.

Otro regalo posible es alquilar el coche para hacer una pequeña ruta o para recorrer un circuito. Formula GT, a través de su web, tiene diversas ofertas para ello. Desde cincuenta euros, podrás hacer a tu pareja el regalo de conducir en El Jarama o Montmeló. Hay muchos circuitos para escoger por todo el territorio nacional.

Por último, pero no menos interesante, un atardecer en el autocine. Los autocines están de vuelta, una forma de ver películas que se hizo famosa en Estados Unidos durante los años cincuenta y sesenta. Es un método diferente de saborear el cine y, en pleno San Valentín, un plan perfecto para disfrutar con tu pareja y tu coche a la vez. Aún hay pocos en España, pero en Madrid tenemos el Autocine RACE (Calle Isla de Java, 2), así como otros en Gijón, Alicante o Valencia.