Secciones
Servicios
Destacamos
S. M.
Madrid
Lunes, 10 de mayo 2021, 01:24
La Suzuki Hayabusa llegó al mercado en 1999, marcando nuevos patrones en diferentes apartados. Entre ellos el de su imagen, con un estilo inconfundible y una cuidada aerodinámica que han hecho que la Hayabusa sea reconocible al instante. Baja, larga y ancha, es una ... bestia magnífica que emana poder, equilibrio y altas prestaciones. Igual que el halcón peregrino, de ahí que haya adoptado su nombre en japonés. Un ave que cuando se lanza en picado a por sus presas es capaz de superar los 300 km/h.
Un diseño que ha ido evolucionando en sus siguientes dos generaciones, pero manteniendo fielmente el ADN original. Suzuki lo ha adaptado al presente de manera contundente, acercándonos también al futuro gracias a una apariencia más vanguardista. El equipo de diseño de Suzuki ha trabajado muy duro para crear unas líneas más nítidas y resistentes al paso del tiempo, transmitiendo refinamiento a la vez que refleja su poder. Para ello han aplicado una acertada combinación de texturas, colores y elementos de diseño, sintonizando a la perfección con el elevado rendimiento de su motor. Un tetracilíndrico que en esta tercera generación rinde 190 CV a 9.700 rpm y que de nuevo es capaz de alcanzar los 299 km/h.
El Equipo de Diseño ha logrado que la nueva Hayabusa rebose calidad y lujo, y al mismo tiempo que su imagen se asemeje a un ave rapaz muy rápida y feroz como es el halcón peregrino. Por ello, aprovechando la presentación realizada a la prensa, han enfrentado a la Hayabusa con el halcón peregrino como muestra el vídeo. Un duelo contra el viento.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.