Secciones
Servicios
Destacamos
S. M.
Madrid
Viernes, 3 de septiembre 2021, 01:21
Los espejos retrovisores, junto con las superficies acristaladas del coche, son los elementos que nos permiten obtener información visual y de manera constante durante la conducción. De ahí, la importancia de su ajuste y limpieza exterior para conseguir la visibilidad necesaria y evitar sorpresas ante ... la toma de maniobras que requieran una decisión rápida y adecuada como un adelantamiento, desplazamiento lateral o cambio de carril. No obstante, en la actualidad ya existen sistemas para evitar el ángulo muerto. Se trata de sistemas de detección de ángulo muerto como, por ejemplo, el BLIS, capaz de detectar la presencia del vehículo que nos pretende superar y avisarnos mediante una señal acústica o luminosa.
No obstante, si nuestro coche no dispone de alguno de estos sistemas de detección de presencia en el ángulo muerto que dejan los retrovisores ya que, sobre todo, se ha incorporado en coches actuales, según Circula Seguro, y tal y como recuerdan desde la DGT, podemos solucionarlo con una nueva orientación sobre los espejos exteriores, aplicándoles un ajuste de 15 grados aproximadamente hacia el exterior para seguir viendo a los vehículos que nos sigan y que perdemos de vista por el retrovisor interior.
Para evitarte sorpresas al volante, mejora la visibilidad colocando el ESPEJO INTERIOR bien centrado con la luneta trasera.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 31, 2021
Ajusta bien los ESPEJOS EXTERIORES para eliminar al máximo ángulos muertos, te chivan lo que pasa a tu alrededor 🔍🔗🔎.#SeguridadVial pic.twitter.com/5L8yINOZXs
Para utilizar ésta técnica de ajuste sobre los espejos retrovisores, es conveniente seguir estos pasos:
Paso 1. Comienza colocando tu espejo retrovisor interior tal como lo harías normalmente.
Paso 2. Luego, inclina tu cabeza hacia la izquierda hasta que toque la ventanilla del conductor. Desde esa posición, ajusta tu retrovisor izquierdo de forma que puedas ver la esquina trasera de tu coche.
Paso 3. Ahora, inclínate con el mismo ángulo hacia el otro lado, y pon tu retrovisor lateral derecho de la misma forma.
Una vez hecho esto y llevado a la práctica, durante la conducción, se podrá observar que cuando un vehículo se aproxima por detrás, debemos verlo a través del espejo retrovisor interior y si el mismo vehículo cambiase de carril, iría desapareciendo del retrovisor interior para verse de forma instantánea en el retrovisor exterior. No obstante, para comprobar si lo hemos hecho bien, la visión del vehículo que nos sigue y adelanta no sufriría en su desplazamiento ningún retraso en la aparición de un retrovisor a otro. Es decir, no se perdería de vista en ningún momento la imagen del vehículo que nos sigue.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.