Suzuki Vitara: híbrido para ciudad y 4X4 para el campo

En el pasado mes de febrero, poco antes del confinamiento, la marca japonesa presentaba la última actualización del coche en su cuarta generación, un rejuvenecimiento que le ha venido muy bien en el apartado mecánico, porque pese a tratarse de un modelo nacido en 2017 la verdad es que estéticamente se mantiene bastante joven.

Suzuki apuesta por los motores de gasolina, y en concreto el nuevo Vitara incorpora la tecnología Mild Hybrid aplicada sobre un nuevo motor turbo de gasolina 1.4 Boosterjet de 129 CV al que se acopla el sistema híbrido de 48 V. El sistema apoya al nuevo motor de combustión con una potencia extra de 13 CV, aportando un par adicional, asistencia en la aceleraciones y al sistema star/stop. Así consigue también a una importante reducción de emisiones de CO2 y de combustible, cerca de un 15% en ambos casos.

Durante la presentación del modelo pudimos comprobar cómo esta hibridación resulta muy eficiente para garantizar un buen comportamiento off-road del modelo, mucho más de lo que cabría esperar de un SUV, y mucho más en comparación con lo que ofrecen sus rivales en el segmento. Con los neumáticos adecuados nos podemos atrever a hacer rutas fuera de la carretera más complicadas de lo que inicialmente nos podríamos llegar a plantear. Dispone de un eficaz sistema ALLGRIP gracias al cual, mediante una ruleta, podemos elegir entre las posiciones «sport» «auto» o «snow», además del modo «bloqueo» para las situaciones más difíciles. También podemos contar con un eficaz control automático de descenso. Con todo, hay que tener cierta precaución cuando salgamos a rodar fuera de las carreteras ya que no se trata de un todo-terreno 100% debido sobre todo a sus cotas, y es fácil que podamos tocar con los bajos.

Perro siendo realistas, serán contadas las ocasiones en las que un propietario de un Suzuki Vitara lo vaya a someter a circunstancias extremas, ya que su territorio más habitual va a ser la ciudad, las rondas urbanas, carreteras convencionales y autopistas a la hora de hacer viajes de medio o largo recorrido.

Y en estas situaciones es en las que la hibridación ligera de 48 V cumple con su cometido, el de reducir significativamente las emisiones y el consumo. Aunque no sea exactamente así, podríamos comparar el sistema «Mild Hybrid» con el de un turbo, que aporta en caso de necesidad un extra de potencia, solo que en esta ocasión un generador de 48 V que consta de una función de motor eléctrico, una batería de ion litio de 48 voltios y un convertidor DC/DC de 48V a 12V es el que se encarga de darnos esa potencia cuando vamos a realizar un adelantamiento, cuando subimos un puerto, o cuando arrancamos desde un «stop» o un semáforo en rojo en ciudad. Hay que tener claro que el motor eléctrico no es capaz de mover por sí solo el coche, pero contribuye a aportar una entrega de par adicional, asistencia en la aceleración y asistencia eléctrica en ralentí. Además, si circulamos por debajo de los 80 km/h y pisamos en el embrague para decelerar, el sistema desconecta el motor de combustión logrando así un mayor ahorro de combustible. Esta función es especialmente práctica y resolutiva en entornos urbanos.

De este modo es cómo se consigue la calificación medioambiental «eco» de la DGT, además de un ahorro en combustible (gasolina) y emisiones de en torno a un 15%. El consumo homologado para la versión 4X4 que hemos tenido oportunidad de probar a fondo es de 6,4 l/100 km, y hay que reconocer que los consumos reales obtenidos no se alejan demasiado de estos dígitos.

Aunque pueda parecer mayor por su tamaño, en realidad el Suzuki Vitara mide 4,17 metros de largo, con lo que estas dimensiones son muy buenas para circular en ciudad. Con capacidad para cinco ocupantes, cuatro pueden viajar en él con gran comodidad y sin estrecheces, con un maletero que va de los muy normales 375 litros de capacidad mínima hasta unos muy buenos 1.120 si abatimos los asientos de las plazas posteriores.

En cuanto a los acabados, nos encontramos con las clásicas terminaciones japonesas, con plásticos duros pero agradables en su aspecto y tacto, y sobre todo con buenos ajustes y ausencia de vibraciones. En su equipamiento no se echa en falta nada importante. Disponemos de alerta cambio de carril, asistente cambio de carril y alerta antifatiga, sistema de reconocimiento de señales, detección de ángulo muerto y, alerta de tráfico posterior. Todo ello se suma al control predictivo de frenada con reconocimiento de peatones y al cruise control adaptativo.

Está disponible con una amplia paleta de colores, ocho combinaciones posibles con pintura bitono y cinco colores metalizados. El Vitara está disponible en versiones GLE y GLX, ambas se pueden combinar con la tracción solo delantera o el eficaz sistema ALLGRIP que montaba nuestra unidad de prueba. La horquilla de precios va de 22.400 y hasta los 26.490 euros, sin aplicar descuentos, promociones o planes del Gobierno.